Los propietarios de las tascas de Castelló pondrán a partir de hoy vigilantes privados en las puertas de sus locales para impedir que sus clientes saquen las bebidas alcohólicas a la vía pública, según informaron desde las tascas.

El pleno de Castelló aprueba hoy el primer trámite de la modificación del artículo de la ordenanza de convivencia que regula la singularidad de las tascas y que ha sido tumbado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia por contradecir la ley autonómica de drogodependencia. El proceso de revisión se prolongará hasta el mes de marzo -el texto deberá someterse a exposición pública durante un plazo de 30 días hábiles antes de su aprobación definitiva.

El TSJ confirmó el pasado 9 de enero la firmeza del fallo. Sin embargo, el consistorio considera que la sentencia entrará en vigor hoy, una vez empiece la revisión de la ordenanza. No obstante, en base a la argumentación del ejecutivo local, las tascas aún podrían vender alcohol en la calle unos días más, dado que el acuerdo del pleno de hoy será efectivo cuando se publique en el Boletín Oficial de la Provincia.

Sea como fuere, los propietarios de las tascas ya impedirán la venta de bebida alcohólicas desde hoy. Ayer se reunieron ayer con el concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, para trasladarle las medidas de control que los locales deben aplicar desde hoy. La vigilancia en las puertas de los establecimientos fue una de las iniciativas acordadas, a las que se suman otras como la instalación de carteles informativos en los establecimientos indicando la prohibición. "Nos han dicho desde el ayuntamiento que en febrero habrá mucho control policial en la zona y no queremos arriesgarnos a que nos denuncien", señalaron fuentes de los propietarios.

Los hosteleros coinciden en que las pérdidas para el sector se prevén "tremendas". Alguno amenaza incluso con cerrar hasta que la ordenanza se apruebe.