El equipo de gobierno de Benicàssim sabía desde el pasado mes de diciembre que la empresa Renos, concesionaria de la Piscina Municipal, tenía la intención de cerrar la infraestructura a partir del 1 de septiembre. En la reunión de la Comisión Extraordinaria celebrada ayer, los grupos de la oposición supieron que la empresa presentó un escrito en diciembre explicando la situación y mostrando su intención de abandonar la gestión por el desequilibrio financiero, "y el PP lo ha ocultado hasta ahora", señaló el portavoz socialista, Gustavo Ramón.

El socialista criticó duramente el "oscurantismo" con el que el equipo de gobierno ha llevado a cabo el tema, pues "no se nos ha dicho nada hasta que quedaban cuatro días para el supuesto cierre, cuando saben cómo está el tema desde hace ocho meses". A día de hoy, la intención de la concesionaria no ha cambiado y todo apunta a que a partir del próximo sábado la piscina dejará de ofrecer su servicio.

El pleno ordinario del viernes decidirá si desestimar la suspensión de la concesión del contrato de la piscina que solicita Renos y abrirá un expediente para exigir responsabilidades a la empresa y conseguir que el servicio se siga manteniendo -por Renos- hasta que se resuelva dicho expediente.

El portavoz de EU, Sebastián Esparducer, indicó que, una vez se suspenda la concesión, "no podremos ser optimistas y pensar que la piscina abrirá pronto", dada la situación económica.