La probabilidad de salir con éxito de un cáncer depende de diversos factores como la tipología, el estadio en el que se encuentre o incluso del tratamiento. No obstante, el diagnóstico precoz de un tumor puede, en muchos casos, ser garantía de superar la enfermedad. Para ello, el Hospital Provincial de Castelló -que en el último año ha diagnosticado 1.294 nuevos casos de cáncer- cuenta con la última tecnología capaz de dar con tumores de apenas unos milímetros.

En primer lugar, el centro hospitalario cuenta con medicina nuclear, "el único servicio que se da en toda la provincia", apunta el doctor Miguel Ángel Santamaría, jefe del área de los servicios centrales. Esta técnica entra dentro del diagnóstico por imagen y utiliza isótopos radioactivos. Los pacientes acuden al hospital, se les coge una vía y se les inyecta un núcleo radioactivo "porque ciertos tumores tienen afinidad por estos isótopos", explica el doctor. "Por ejemplo -sigue Santamaría-, si yo tengo un tumor en tiroides y le pongo yodo, el yodo va al tiroides y me marcará la posibilidad de que haya un tumor". Tras la inyección, se deja pasar un tiempo y el paciente vuelve a la consulta para que el médico compruebe cuál ha sido la reacción. Se colocan en la gammacámara (dispositivo para captar imágenes) y se ve la captación del isótopo que, dependiendo del tipo y la cantidad de captación, puede diagnosticar un cáncer.

Otra de las herramientas fundamentales para la detección precoz de un tumor es la tomografía axial computarizada (TAC) de 16 cortes. Se trata de una máquina que permite hacer dieciséis cortes por segundo de una parte de cuerpo de tal forma que es capaz de detectar un tumor de tamaño reducido. Con este tipo de tecnología, tumores que antes pasaban desapercibidos con una placa convencional ahora son detectados. En el hospital provincial también se practica la estereotaxia. Se trata de un tipo de intervención quirúrgica que utiliza un sistema de coordenadas tridimensional para localizar pequeñas estructuras dentro del cuerpo. El doctor Santamaría explica que si, por ejemplo, una mujer tiene una lesión en la mama que no es palpable, el cirujano le pide que se la marque con un arpón gracias a un sistema informático para que el cirujano pueda llegar a la dolencia y quitarla. "Son una especie de coordenadas, yo le marco con un arpón localizador a través de la piel hasta donde está el tumor, que es como un guisante, entonces el cirujano abre la mama siguiendo el arpón que yo le he marcado hasta que llega al final de la indicación y sabe que ahí está la lesión, y es de donde tiene que quitarla", añade Santamaría.

Pese a el mamógrafo lo tienen todos los hospitales, sigue siendo una de las herramientas fundamentales para la detección del cáncer. El cáncer de mama es el más usual entre las mujeres y dentro del diagnóstico de un hospital oncológico como el Provincial no se puede obviar hablar de la mamografía. "Hemos eliminado las placas y diagnosticamos sobre un monitor de alta definición", destaca el doctor. Este mismo monitor permite almacenar las imágenes, la mamografía y el informe que permanecen archivados durante diez años. Ahora, si la crisis no lo impide, en Hospital Provincial de Castelló espera incorporar un Pet-tac y un TAC de 128 cortes (Definition Flash) -capaces de detectar tumores de dos milímetros- con lo que el centro ya contaría con todas la herramientas necesarias para la detección del cáncer y "nos pondríamos en una división de honor con una tecnología punta muy avanzada que muy pocos hospitales tienen".