El municipio de Viver continúa a la espera de que se ejecute la intervención pertinente por parte de la Dirección General de Patrimonio en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de Gracia después de que una parte de la cornisa del tejado amenazara con desprenderse. Así lo ha confirmado el alcalde de la localidad, Patricio Gómez, quien la pasada semana estuvo hablando con los técnicos de Patrimonio con el fin de dar una solución a la intervención que se tiene que llevar a cabo en la iglesia para reparar parte de la cornisa de yeso del tejado, que "está agrietada y parece que vaya a caer".

Sin embargo, según ha explicado el propio alcalde, "la situación no reviste tanta gravedad como en principio se le dio". Cabe recordar que la iglesia estuvo cerrada al culto durante dos días -del 12 al 14 de agosto- después de que el obispado recibiera un informe de Patrimonio en el que ratificaban que la parroquia viverense corría "peligro inminente de ruina".

Sin embargo, el mismo 15 de agosto, día de fiesta en Viver, el templo reabrió sus puertas tras colocar en la entrada un túnel de protección para evitar que, en caso de algún desprendimiento, hubiera daños personales. Y es que para Gómez, con esta situación "se ha creado una alarma social que no era la pertinente". "Desde Patrimonio han rectificado el informe de ruina inminente y ahora son ellos los que deben ejecutar el arreglo pertinente", dijo el primer edil.

Como alegaciones para ratificar la ruina el informe apuntaba que la unión entre la torre y la fachada estaba sufriendo un agrietamiento que produjo daños en la cornisa. El munícipe ha señalado que "la unión de la fachada con la torre del campanario produce una falsa escuadra que da la sensación de que esté muy afectada, aunque siempre ha estado así y así aguantaría 30 años más" .