El comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, afirmó este lunes que el gas esquisto es una opción «atractiva» para reducir el uso de otros combustibles más contaminantes en la Unión Europea, pero dejó claro que para su desarrollo son necesarias normas europeas que den garantías a la opinión pública de que los métodos de extracción -como el polémico fracking- no plantean un riesgo para su seguridad ni para el medio ambiente. «Nuestro objetivo es poner en marcha un marco que se beneficie del potencial económico y de los beneficios energéticos del gas esquisto, y asegurar que las actividades de extracción que emplean el fracking se llevan a cabo con la protección medioambiental y climática adecuada», explicó Potocnik.