Toda el agua que recoge la cuenca del Bergantes en tierras castellonenses se aprovechará en Aragón. La Confederación Hidrográfica del Ebro tiene intención de desestimar las 3.593 alegaciones presentadas contra la construcción de una nueva presa en Aguaviva, una presa que tendrá su inicio justo en el límite entre Sorita y la localidad turolense. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier de Pedro, ha anunciado que la presa se construirá con un presupuesto próximo a los 60 millones de euros.

De Pedro, que se reunió esta semana con representantes políticos de los pueblos beneficiados por la presa en Teruel, ha asegurado que los municipios de la Ginebrosa y Aguaviva, ambos turolenses, recibirán compensaciones, pero en ningún momento hizo referencia a la provincia de Castelló. Según el máximo responsable del organismo regulador de cuenca, el embalse se construirá por razones de seguridad para prevenir daños en el embalse de la localidad de Calanda.

La nueva infraestructura, denominada de «laminación» y que ocupará una zona declarada Lugar de Interés Comunitario, tendrá una capacidad de 60 hectómetros cúbicos y se extenderá por una superficie de más de 400 hectáreas. La CHE defiende el embalse recordando episodios como las lluvias de 2000, cuando la presa de Calanda se llegó a llenar en un solo día por las características del Bergantes, que registra fuertes avenidas.

Estos argumentos han sido expuestos por el presidente de la CHE en una reunión mantenida con la plataforma «El Bergantes no se toca» y el Ayuntamiento de Aguaviva. De Pedro ha expuesto que la obra está proyectada desde 1992 e incluida en el llamado Pacto del Agua, un proyecto que fue encargado por anterior Gobierno en Madrid «y ahora el actual tiene que continuar con la tramitación».

El único impedimento que queda para que se ejecute la presa de Aguaviva sería que se construya un nuevo aliviadero en el embalse de Calanda o bien que no se supere la Declaración de Impacto Ambiental.

DIA

La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto es el próximo paso que debe dar la CHE. Al respecto, De Pedro aseguró el jueves, ante alcaldes del Bajo Aragón, que la DIA debe estar lista antes de seis meses. De Pedro, que también se reunión con empresarios y regantes de la zona, insistió en defender la actuación al apuntar que garantizará la seguridad de la presa de Calanda y de las poblaciones aguas abajo.

En esta línea, recalcó que lo único que mueve a la CHE para ejecutar el proyecto es dar más seguridad a los municipios del Bajo Aragón. De todas maneras, admitió que la presa puede tener afecciones que habrá que estudiar.