Adelino Santamaría renunció ayer a sus cargos de diputado provincial y de alcalde de Borriol lanzando una teoría conspirativa sobre el proyecto de la depuradora. Alimentando la intriga y dando pábulo a diversas interpretaciones, aseguró que alguien -sin citar quién ni de qué partido- quiso que expropiara la parcela de Francisco Martínez ocultándole esta información para llevarlo luego a los tribunales. Además, desveló que Martínez adquirió el terreno afectado por la depuradora en 2011, cuando ya estaba encarrilado el proyecto y se sabía que iría precisamente ahí, por lo que podría beneficiarse de la expropiación.

Afectado por una fuerte conjuntivitis, Adelino Santamaría compareció ante los medios de comunicación después del pleno de la diputación, en el que renunció al acta tras 15 años en la entidad. El ya exdiputado provincial del PP reiteró que su retirada política estaba prevista y que no tiene nada que ver con el escándalo de la depuradora. A continuación, lanzó la tesis de que le tendieron una trampa, aunque sin desvelar el nombre del cazador. Según dijo, la emboscada consistía en ocultarle que uno de los terrenos era de Martínez para llevarlo «al día siguiente» a los juzgados.

«La trampa era que aprobáramos la expropiación para decir a la gente que sabíamos de quién era el terreno. Juro que no lo he sabido nunca, me enteré media hora antes del pleno. No sabíamos absolutamente nada, ni yo ni los técnicos ni nadie en el ayuntamiento. Ellos sabían de quién era y no lo dijeron, esperando a que aprobáramos el tema. No caí en la trampa por mera casualidad y anulé el punto del pleno», proclamó.

Intriga

Pese a las reiteradas preguntas de los periodistas, Adelino Santamaría no quiso desvelar quién está detrás de la supuesta conspiración. Lo lógico es que se refiriera a la oposición en Borriol. Sin embargo, fue el portavoz de Compromís , Silverio Tena, quien destapó horas antes del pleno que una de las parcelas figuraba a nombre de la empresa Franvaltur, vinculada a Francisco Martínez. Por lo tanto, se desmorona la teoría de que la oposición quisiera silenciar el tema hasta que estuviera aprobado. De ahí la posibilidad de que Santamaría pudiera estar señalando a su propio partido, interesado en acelerar su salida de la diputación y del ayuntamiento.

El exalcalde de Borriol insistió en que no sabía que una de las parcelas era de Francisco Martínez y que fue la diputación la que le indicó qué terreno debía comprar para la depuradora.

Según dijo, negoció la expropiación con el empresario Raúl Babiloni (el socio y amigo de Martínez, además de dueño del resto de terrenos afectados por el proyecto), «que es el propietario de la finca desde el año 54». Cuando este diario le recordó que una de las parcelas está vinculada a Francisco Martínez, Santamaría desveló que Babiloni se la traspasó a Martínez en 2011, cuando ya hacía cinco años que se conocía la ubicación de la depuradora.

Por lo tanto, Martínez compró a su amigo Babiloni una parcela rústica a sabiendas de que poco tiempo después se iba a expropiar para la depuradora. El terreno en cuestión fue registrado en Franvaltur (la empresa de la familia de Martínez) por 3.000 euros e iba a ser expropiado por 50.000 euros, generando un beneficio de 47.000 euros. Sin embargo, el presidente de la diputación, Javier Moliner, abortó la operación, destituyó a Francisco Martínez de la vicepresidencia primera y le apartó del área de infraestructuras.

El pleno de la diputación de ayer abordó, además de la baja de Adelino Santamaría, la renuncia de Francisco Martínez al sueldo de 40.000 euros. También se modificó el reglamento orgánico de la diputación para vincular las retribuciones de los diputados a sus competencias. PSPV y Compromís cuestionaron que haya que regular que un diputado tiene que trabajar.

Apoyo a Francisco Martínez

El PP rechazó la moción del PSPV que planteaba exigir la dimisión de Francisco Martínez y Adelino Santamaría, protagonistas del escándalo de la depuradora de Borriol. El portavoz socialista, Francesc Colomer, denunció una «trama organizada de dos compinches» para «sacar provecho de la información privilegiada». El portavoz del PP, Miguel Barrachina, respondió a Colomer recordándole que su partido perdió las elecciones en Benicàssim, mientras que a Santamaría y, sobre todo, a Martínez, les brindaron un amplio apoyo los vecinos de Borriol y Vall d'Alba, respectivamente. Barrachina también cuestionó que el PSPV pida dimisiones en la diputación y, por ejemplo, no fuerce la marcha de Juan María Calles del Ayuntamiento de Castelló.

Por su parte, el diputado de Compromís, Enric Nomdedéu, destacó que la labor de oposición de su partido en Borriol y en la diputación posibilitó que no prosperara la expropiación del terreno de Martínez y desencadenó la crisis en el grupo popular.