La empresa Penades y Crimsa, que se encarga en Onda de la transformación del antiguo conservatorio en un centro de formación para personas adultas, acometerá a partir del próximo lunes las obras de ejecución de los cerramientos de la fachada y, para ello, se instalará un perímetro con andamios, según informó ayer el equipo de gobierno del PP.

Esta actuación supone un paso más del largo camino de un proyecto enmarcado en el Plan Confianza de 2009 y que ha estado envuelto en la polémica, con los dos partidos mayoritarios culpándose de los retrasos, y de hallazgos arqueológicos, como el descubrimiento de la estructura de una casa andalusí del siglo XIII.

La nueva fase en la que entran las obras supone que hasta finales de abril quedarán cortados al tráfico rodado los accesos en el tramo entre la plaza Sinagoga y la plaza de la Iglesia, si bien los peatones podrán seguir pasando. Como itinerarios para el acceso se plantean la plaza de la Iglesia y la calle Santa Ana, según explicaron ayer fuentes municipales.

Conforme avanza la obra también se van conociendo algunos detalles de una actuación que arrastra unos sobrecostes de 600.000 euros. Al final, la Conselleria de Cultura invertirá 1.525.820 euros, mientras que 300.000 euros correrán a cargo del Ayuntamiento de Onda, aunque en el presupuesto del año pasado había reservados 85.000 más por si aparecen contratiempos de última hora.

Una de las novedades más vistosas se verá en la fachada, que según el ayuntamiento se convertirá en «una exposición al aire libre de la cerámica ondense». En este edificio, ubicado en el centro histórico, se colocarán 256 piezas restauradas que estaban almacenadas en el Museu del Taulell, procedentes de distintos «sotabalcons» y que ahora se colocarán en los 15 balcones del inmueble.

En total, en concreto el Centro de Formación contará con 14 balcones con 16 piezas cerámicas cada uno y una gran balconada en la que se ubicarán 32 de estos azulejos antiguos restaurados, distribuidos en once modelos diferentes.

El teniente de alcalde de Urbanismo de Onda, Carlos Prades, señaló que «se trata de convertir el edificio en un centro funcional y que cumpla con las necesidades para acoger un centro formativo y que, a la vez, se convierta en un punto de interés y un ejemplo del potencial artístico de estas piezas que son obras de arte».