Un hombre ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Castelló a pagar una indemnización de 880 euros a un conductor de autobús por golpearle y arrancarle un diente, después de que el procesado siguiera el vehículo durante dos paradas, porque no le había dejado subir.

El acusado ha sido condenado también a pagar la cantidad que se determine en ejecución de sentencia por los gastos del tratamiento de rehabilitación protésica para la extracción del fragmento de raíz del diente roto y la colocación de una prótesis fija convencional, según recoge la sentencia facilitada ayer por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Por la eximente incompleta de enfermedad mental, se le condena a dos años y 29 días de prisión por un delito de lesiones que deberá ser sustituida por localización permanente y libertad vigilada con la prohibición de acudir a lugares donde vendan bebidas alcohólicas y seguir tratamiento médico externo, en un plazo no superior a dos años.

La agresión se produjo el 22 de agosto de 2011 cuando el conductor no le dejó subir al autobús en la parada de la playa de Torrenostra de Torreblanca si no le pagaba los dos viajes que le debía, y el agresor le siguió hasta la siguiente parada, en la plaza de España, donde comenzó a increparle.

Al no hacerle caso, le siguió hasta la siguiente parada, en la calle San Antonio y, aprovechando que el conductor bajó del autobús para ir al retén de la Policía Local a comunicar los hechos, comenzó a propinarle puñetazos en la cara que le produjeron varias heridas y el arrancamiento de un diente.

El conductor tardó veinte días en curar de las heridas, ocho de ellos de incapacidad, según el fallo de la Audiencia sobre la causa instruida por el Juzgado de Instrucción número 6 de Castelló. El Ministerio fiscal pidió para el acusado una indemnización de 900 euros por las lesiones y 3.000 por la pérdida y reposición de la pieza dental, mientras que la acusación particular pidió 4.120 euros.

El acusado presenta un diagnóstico de esquizofrenia paranoide desde el año 2005 que en situaciones de estrés le puede hacer reaccionar con falta de control de impulsos. El fallo indica que el arrancamiento del diente fue reparado y se implantó una prótesis, por lo que no hubo secuelas.