Abogado y candidato a la alcaldía de Benicarló por el Partido Popular. Su despacho representa en muchos litigios a consistorios como el de Peñíscola y cientos de casos de particulares. Juan Antonio Mañá fue el último edil de Urbanismo del exalcalde Jaime Mundo. Ahora vuelve, después de doce años, con su candidatura a alcalde por el PP de Benicarló con una lista renovada.

¿Qué hace un abogado como usted en un sitio como este?

El tema se planteó cuando Marcelino Domingo comunicó su intención de no continuar en la política municipal y la verdad es que me sorprendió porque no tenía planteado dar este paso. Hacía doce años que no continuaba y entendía que era para siempre, pero es una inquietud que las cosas funcionen bien y la verdad es que, tras un pequeño tiempo de reflexión y de hacer las oportunas consultas, tanto a nivel familiar como profesional con los compañeros del despacho, me ilusioné con hacer cosas buenas por el pueblo.

Usted fue concejal de Urbanismo en su anterior época como edil. ¿Cómo queda esta área en la actualidad?

El urbanismo de hace veinte años y el de ahora ha cambiado. Desde 2007 estamos en crisis y el desarrollo urbanístico es distinto. En esta época se debe desarrollar el planeamiento, no la ejecución de obra. Tenemos que planificar el territorio y por eso es muy importante que el PGOU se apruebe con pilares como la mejora de las comunicaciones, el desdoblamiento de la barrera natural que suponía la N-340 y crear suelo industrial. También se debe ordenar la franja litoral y costera, por el norte y sur.

Ya que habla de la costa, hay una formación política que integra personas con mucho interés en la zona norte.

Lo que planteo es que un partido debe presentarse para defender los intereses de todo Benicarló. No concibo que un partido se presente para defender unos intereses concretos o de una zona concreta.

¿Con quien preferiría pactar en caso de ser necesario?

Primero veremos el resultado electoral. Me considero dialogante y creo que el hecho de que se hayan presentado tantas opciones políticas debe alegrarnos y debemos nutrirnos mutuamente de las distintas opciones. Estoy dispuesto a negociar con quien sea y me gustaría que si estamos en la oposición también se nos diera el mismo trato.

Parece que los pueblos del entorno han aguantado mejor la crisis que Benicarló. ¿Con qué proyectos cuenta para este momento crucial?

Benicarló ha demostrado que cuando se tira adelante, se tira adelante. Hace falta ilusión y se recuperará en el momento en el que la gente participe y se den cuenta que pueden entrar a desarrollar sus proyectos, se les escuche y entre todos hagamos las cosas. Lo mejor para un gestor es que sus decisiones sean respaldadas sobre la base de una planificación técnica de los distintos sectores. Hay que establecer qué hacer, que la gente se implique y debemos ponerles medios para que todo sea lo más económico posible. Nuestro problema es la falta de creación de empleo y eso no ilusiona a nadie si está en precariedad laboral. Si creamos riqueza podremos combatir el desempleo.

¿Qué haría con la Casa del Marqués?

Todo lo que es defender el valor patrimonial me parece perfecto, lo que pasa es que hay criterios de oportunidad y de economía. Es un tema a analizar desde el punto de vista de ver lo que hay, qué se quiere hacer allí, para qué se quiere tener, qué actividades podría acoger, los costes de mantenimiento y su relación con el coste. Y debe consensuarse con el resto de partidos políticos y población.

¿Cuál es su postura frente al Castor?

Yo he sido una víctima más del Castor. Noté los movimientos sísmicos y me agaché bajo la cama porque pensaba que había alguien. Como persona que en temas de urbanismo se cómo funcionan las licencias de obras, donde se le exigen estudios geológicos a un particular, no podemos, y me extraña muchísimo, que ante un proyecto así no se utilizaran todas las herramientas necesarias para asegurarnos. Fue un proyecto mal montado, forzado y que ha acabado afectando y pagándolo los de siempre.

¿Y el fracking?

Mi postura es que todo lo que sean medios que vayan en contra de lo que son normas medioambientales donde no se respete la normativa con técnicas agresivas que van a obtener intereses particulares a costillas de la colectividad, en principio ya las rechazo. Me ponen los pelos de punta. Por mucho que me prometan puestos de trabajo, siempre he sido muy escéptico. Soy contrario a actuaciones de este tipo donde sin saber cuales son los beneficios, haya perjuicios.

Marcelino Domingo ha tenido algunos desencuentros con el PP por diferencias de criterios, ¿estarán más tranquilos con usted?

Para mi lo primero es el pueblo. Me siento muy orgulloso y me daría mucha vergüenza hacer algo mal, y pondré todos los medios para que eso no pase. Marcelino Domingo ha sido una persona a la que le hay que reconocer que ha sido muy reivindicativa y muchas veces esto lo ha hecho incómodo. Obviamente quiero ser reivindicativo y dentro de mis preferencias primero está el pueblo y luego el tema político.