Exjugador, entrenador, periodista, empresario y coronel del ejército. Presidente de la FIFA desde 1998, ayer acabó su historia cuatro días después de haber sido reelegido. Salpicado por un ente futbolístico corrompido y acorralado por medio mundo del fútbol y no pocas fiscalías.

El pasado viernes, cuando fue reelegido ante el jordano Ali Bin al Hussein, pocos podían presagiar que Blatter diría adiós a un cargo al que se agarró siempre con uñas y dientes, en el que siempre defendió la limpieza de su gestión, pese a que a menudo llegaban informaciones poniendo en interrogante la actuación de algunos de sus más estrechos colaboradores. Incluidas las elecciones de Rusia y Catar como sedes mundialistas para 2018 y 2022, siempre en entredicho y ahora más.

Tras la detención masiva de miembros de la FIFA que acudían a la asamblea en la que se planteaba la eleccion, desde diversos medios y entidades (incluidas políticas) se pidió la paralización de la elección, a lo que Blatter se negó, e incluso el presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, mostró el respaldo del fútbol europeo al príncipe Ali.

Blatter fue reelegido para un quinto mandato. En su posterior comparecencia se dijo «capaz» de afrontar la renovación de la FIFA. Pero, ahora, sorprendentemente ha dicho adiós. Lo hará tras la celebración de un Congreso Extraordinario donde se elija el nuevo presidente; y mientras él seguirá al frente de forma interina Será entre el próximo diciembre y marzo de 2016.

Pese a no haber dicho los motivos del sorprendente adiós, todo hace indicar que las múltiples nuevas presiones llegadas, los anuncios de incluso pensar en boicotear el mundial Rusia 2018, y posibles nuevas actuaciones judiciales, el cerco que cada vez le aprisionaba más, le han podido.

«A pesar de haber sido apoyado en elecciones, ese apoyo no lo comparten todos. Por eso pongo mi renuncia a disposición de los dirigentes del mundo. Tomo esta decisión de renunciar para limpiar la imagen de la FIFA que necesita una profunda reestructuración».

«Vamos a celebrarlo»

La dimisión desató una cascada de reacciones en el mundo del fútbol con una amplia mayoría de aplausos por su marcha. Se esperaba la de Luis Figo, que llegó a ser su rivalen la carrera electoral. «Es bueno para la FIFA y para el fútbol».

El actual presidente de la UEFA, Michel Platini, fue más escueto: «una decisión difícil, valiente y correcta». Podría ser el nuevo presidente del organismo.

Franz Beckenbauer, ex futbolista y ex entrenador de la selección alemana, lo veía venir: «nunca hubiese recuperado la tranquilidad, independientemente de que el tuviese parte de culpa en los escándalos o no. El problema de la FIFA está en su sistema».

En Inglaterra estaban especialmente satisfechos. El presidente de la federacion, Greg Dyke, fue elocuente: «slgo de lo que ocurrió la semana pasada ha provocado que dimita. Ha dimitido. Se ha ido. Vamos a celebrarlo Podemos volver a mirar esos dos Mundiales. Si yo fuera Catar, ahora mismo no me sentiría muy cómodo».

Y Romario da Souza, siempre elocuente, aseguró que «es la mejor noticia que hemos tenido»

La RFEF no hizo ningún comunicado. El futuro de Ángel María Villar en el organismo también es una incógnita.