El presidente de la asociación de vecinos del Primer Molí, José Domingo Benedito, reitera la necesidad de ampliar el espacio con el que cuenta el colectivo para realizar sus cursos anuales. Es una vieja reivindicación del barrio ante la creciente demanda de vecinos que quieren asistir a las clases. De hecho, la oferta de cursos ha llegado a atraer a residentes de fuera del Primer Molí. La asociación organiza actividades de todo tipo para niños y adultos: desde iniciación a la música, a clases de violín o guitarra, pasando por aerobic, danza oriental y yoga. Este año, introducirá dos cursos nuevos: el de historia del arte y francés.
El representante vecinal indica que han llegado a tener hasta 400 alumnos y «no todos son vecinos del barrio, también hay socios de otras zonas de la ciudad», según explica. Por ello, las instalaciones de la asociación se han quedado pequeñas. «Tenemos dos salas en el edificio del Primer Molí y otras dos en el de la Cámara Agraria Municipal de la avenida de Lidón», explica Benedito, quien recuerda que llevan años reclamando más espacio al ayuntamiento, pero siguen «en precario». El presidente de la asociación vecinal trasladó esta reivindicación ayer al teniente de Alcaldía del Distrito Norte, Enric Porcar, quien se reunió con vecinos de la zona para conocer sus necesidades. Según Benedito, el edil se comprometió a estudiar la situación del barrio y les explicó que el ayuntamiento revisará la actividad de las asociaciones y colaborará con aquellas cuya labor repercuta en beneficio de la comunidad.
Labor social
Con estos cursos el colectivo vecinal realiza también una labor social, ya que, en colaboración con la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, ofrece clases gratuitas a niños y adultos en riesgo de exclusión social. El plazo de matriculación se abrirá el próximo mes de septiembre y las clases, impartidas por profesores cualificados, comenzarán en octubre y se desarrollarán hasta mayo. Después, para final de curso, la asociación organiza una exposición con los materiales realizados por los alumnos y un espectáculo de danza en el Auditorio de Castelló.
Deficiencias
La asociación vecinal denuncia también algunas deficiencias en la sede. «Al estar en un antiguo molino de agua, tenemos ciertos problemas de humedades», dice el presidente del colectivo, quien asegura que en la actualidad se está pintando el exterior y el interior del edificio.
