El presidente de la Asociación Local de Agricultores de Benicarló, (ALA), Eduardo Arín, manifestaba ayer su preocupación por la situación del sector agrícola de la localidad, especialmente el vinculado a la huerta, y trasladaba su solidaridad con todos los agricultores de otros puntos de España, como Murcia o Almería, lugares en los que también están sufriendo una grave crisis que se extiende por España y Europa. «El calor y las altas temperaturas han propiciado una superproducción de hortalizas y por tanto una aglomeración de alimento que no se puede vender».

El calor es el principal factor, por lo tanto, que ha incidido en el adelanto de las cosechas y en los precios, que se han visto afectados, lo que ha dejado al campo benicarlando «en a una situación de crisis brutal».

Precios ruinosos

Arín pedía a las administraciones que sean sensibles y al estado que sea corresponsable de una situación anómala que ha generado la mayor crisis vivida desde que él mismo es agricultor. Según el presidente del ALA, los precios son actualmente ruinosos y han obligado a los agricultores a arar muchas cosechas al no poder obtener un mínimo de beneficio, como explicaba ayer Arín, quien advertía que si la situación continua igual la crisis para el sector en Benicarló puede ser enorme.

Dar a conocer el estado de los labradores de Benicarló es necesario para poner sobre la mesa posibles soluciones, como retirar género cuando haya aglomeración de producto. Las circunstancias que se están viviendo este año rompen el equilibrio que existía hasta ahora. «Es una situación de angustia y desespero porque llegas al campo y sabes que acabaras por labrar las fincas porque si recoges las hortalizas no las venderás, y eso se nota cuando hablas con los agricultores».

Respecto a cifras en una comparativa respecto a años anteriores, Arín situaba las pérdidas de ingresos a consecuencia de los bajos costes producidos por el exceso de producción en millones de euros, «imagino que superaremos los dos o tres millones de euros«. Una cantidad que resulta necesaria para poder «respirar» y poder seguir con el resto de la temporada. «Este año necesitamos sobrevivir como sea y el año próximo contemplar a ver cómo se soluciona, porque este calor va en aumento, no hace tanto frío como hacía antes».

Reconversión del sector

Arin hacía referencia a una posible reconversión del campo benicarlando. En Benicarló el problema es grande, «aunque la catástrofe es general». La lechuga, que era un referente en Benicarló, también se está dejando de cultivar. Pero además de las elevadas temperaturas que han conseguido que en Europa este invierno se haya podido cultivar gran cantidad de producto, y a compra de producto español decaiga en los mercados, otro de los problemas reside en la competencia que supone la entrada de productos procedente de otros países. «Hasta la naranja que este año se vendía bien, a hora se ha detenido, y lo mismo ha sucedido con la mandarina».