La Casa Membrillera en Vinaròs, una casona renacentista del siglo XVIII , es la sede de la Fundació Caixa Vinaròs y es ya todo un emblema de la cultura de la localidad. La casa consta, al exterior, de una excelente fachada estructurada en planta baja de entrada al patio de carruajes, un piso noble y un altillo con cinco ventanales de medio punto. El patio interior, conserva toda la estructura de la época. En una de las paredes laterales interiores se conserva un panel cerámico que representa a la Virgen de los Desamparados, pero es de factura más moderna.

El inmueble cuenta con cuatro alturas en la que se han distribuido numerosos espacios, conservándose la impresionante balaustrada de madera, la cerámica del piso o algunas puertas, lo que denota su anterior riqueza y majestuosidad. Tras su restauración la Fundació Caixa Vinaròs quiso plasmar el pasado económico del la ciudad con exposiciones permanentes sobre la agricultura, el comercio, la industria y la pesca, además de habilitar otros espacios para exposiciones. Asimismo, se instaló una cúpula con un telescopio para la observación astronómica que permite desde el mismo corazón de la ciudad, hacer seguimientos y observaciones de los diferentes eventos astronómicos.

Empieza la visita

En la planta baja, aprovechando que era una antigua casa de labradores, se encuentran los espacios dedicados al campo y el comercio con aperos y otros utensilios. También hay una interesante muestra de cámaras fotográficas y un proyector del desaparecido cine Ateneo.

Subiendo al primer piso se encuentra la zona administrativa de la fundación y el espacio del mar, en la que se pueden observar una serie de maquetas de Arsenio Gausachs. La sala se completa con fotografías antiguas y se puede ver la reproducción exacta de un laúd o barcas de pesca de arrastre del puerto vinarocense.

En la segunda planta se encuentra la sala de exposiciones, dónde originariamente estaban los dormitorios, que acoge muestras itinerantes. En esta misma planta hay tres salas, que llevan por nombre Agustín Delgado, Joaquín Simó y Francisco Batiste. La primera de ellas contiene mas de 3.500 publicaciones, entre libros, catálogos o revistas, relacionadas con Vinaròs. En la segunda se hallan depositadas miles de imágenes de la ciudad de todos los tiempos, fotografías que también han sido digitalizadas para su consulta, mientras que en la tercera se recuerda al superviviente del campo de exterminio nazi de Mauthausen Francisco Batiste. En la misma se encuentran numerosos documentos originales y un detallado mapa que traza todo el recorrido que hizo en su vida. Entre los documentos se encuentra el original de la carta de expatriado y un uniforme de los recluidos.

Llegamos al tercer piso, el antiguo desván, donde hay dos salas de exposiciones, una permanente del pintor Fernando Peiró y la segunda , dedicada al escultor Sebastià Miralles, aunque esta última también acoge exposiciones de arte contemporáneo.

El desván superior se ha convertido en el auditorio Carles Santos, con capacidad para algo más de cien personas y dónde está su piano un Bösendorfer, un gran cola que llama la atención de los visitantes. Un auditorio en el cual el músico y compositor vinarocense trabaja, de ahí que algún afortunado visitante pueda escuchar su música.

Y llegamos a lo más alto del edificio y final de nuestra visita, la cúpula astronómica., que cuenta con un telescopio Smith/Cassengrain, de 280 mm de diámetro y 2800mm de distancia focal, donado por Cristóbal Mesa.