A partir del próximo curso las familias que matriculen a sus hijos en la Escuela Infantil Municipal de La Vilavella podrán acogerse a las ayudas públicas que concede la Generalitat Valenciana ya que, casi diez años después de su puesta en marcha, el ayuntamiento ha gestionado la homologación de las instalaciones y ha normalizado las exigencias de titulación del personal para un centro de estas características.

Así lo explicó ayer el concejal de Educación de la localidad, Sebastià Roglà, quien recordó que el edificio, de titularidad municipal, «se inauguró en el año 2007, pero nunca ha podido considerarse como una Escuela Infantil, sino como ludoteca, ya que para legalizarla de manera oficial se debían dar unos pasos previos que los anteriores equipos de gobierno no dieron».

El equipo de gobierno de coalición decidió intervenir en este tema en cuanto llegó al ayuntamiento, según destacó Roglà, poniéndose en contacto con la Generalitat Valenciana para saber qué debían hacer para lograr que la de la Vilavella entrara a formar parte de la Red de Escuelas Infantiles autonómica. Los requisitos básicos pasaban por hacer una serie de obras de mejora y contratar a una maestra y dos técnicos.

El curso pasado se inició la tramitación para conseguir la homologación oficial y ya se procedió a adjudicar la gestión del servicio a una empresa mediante un concurso público. Además, se realizaron las obras, aunque no fue hasta hace unas semanas cuando la Generalitat Valenciana estudió la solicitud de firma de convenio con el ayuntamiento de la Vilavella y autorizó este trámite.

Hasta el 2015, la empresa que había asumido la gestión de la ludoteca «no pagó ningún alquiler» por la explotación del servicio público, pero a partir de 2015 se estableció un canon anual. La adjudicación no puede realizarse de manera renovable y se debe repetir el mismo proceso cada curso, pero según explicó el concejal de Educación, «hemos incorporado una cláusula para que se subrogue la contratación del personal», de manera que haya una continuidad en el servicio, al tiempo que se aprovecha el trabajo que se realizó el año pasado cuando se entrevistó a unas 50 personas, y se creó una bolsa.

Roglà avanzó dos novedades de las que podrán beneficiarse los casi 35 niños que este curso están matriculados. Por un lado se han finalizado las obras de mejora del patio, cubriendo el hormigón existente hasta ahora por césped artificial, y la intención del equipo de gobierno es la de que «a el año que viene se puedan realizar unas obras en la cocina para posibilitar que la comida que se sirva en el comedor sea casera y no de catering». El consistorio ya cuenta con los presupuestos para ejecutar esta obra y se espera que la mejora sea posible este curso. Por último, el edil de Educación adelantó que otro proyecto es la creación una aula polivalente «para dar salida a los posibles aumentos de matrícula, especialmente de niños de 1 a 2 años». En la actualidad la escuela cuenta con tres aulas, de 0 a 1, de 1 a 2 y de 2 a 3 años.