Una travesía en kayak que debía convertirse en una jornada de plácida navegación por el Mediterráneo, frente a las costas de Almassora, se convirtió ayer para el Club Natación Castalia de Castelló en un buen susto a consecuencia de las fuertes rachas de viento que soplaron a primeras horas de la tarde. Y es que unas veinte personas, entre ellas dos vigilantes de la playa de una empresa privada a los que se les estropeó la moto acuática cuando acudieron en su ayuda, tuvieron que ser rescatadas por Salvamento Marítimo, la Guardia Civil y la Cruz Roja al ser arrastrados mar adentro en sus embarcaciones sin que pudiesen hacer nada para ir hacia la orilla. La envergadura de rescate fue tal que hasta tuvo que actuar de apoyo un helicóptero de la Guardia Civil.

Fuentes del Club Natación Castalia confirmaron tras el rescate que se llevaron «un buen susto», aunque aseguraron que todos se encontraban bien, al margen de alguno de los integrantes de la expedición que tuvo que ser atendido por frío. En total, según señalaron desde el club, eran 16 personas, algunas de ellas menores ya que tenían de 16 años hacia adelante, acompañadas además por dos monitores. La mismas fuentes señalaron que salieron a navegar «porque la bandera, al menos cuando entramos, estaba verde y las condiciones parecían óptimas».

Aviso a las cinco de la tarde

En torno a las 5 de la tarde fue cuando, a consecuencia de las fuertes rachas de viento que comenzaron a soplar, comenzaron a comprobar que tenían dificultades para ir a la playa de Benafeli, que es desde donde salieron a navegar, por lo que se hizo una primera llamada al 112. En primer lugar acudieron dos vigilantesde la playa, que se subieron en una moto para intentar remolcar los kayaks, pero una avería en el vehículo les dejó también a la deriva, todos ellos a unas dos millas náuticas de la costa.

Por tal motivo, se procedió a llamar tanto a la Guardia Civil como a Salvamento Marítimo y a Cruz Roja, que acudieron al lugar para ayudar al grupo, llegando incluso una embarcación dese la vecina localidad de Borriana y, finalmente, un helicóptero de apoyo.

Dos horas a la deriva

Con todo este operativo, tanto los integrantes del club como los dos vigilantes pudieron poner pie en tierra firme después de pasar unas dos horas en una situación complicada, pero que desde la propia entidad deportiva quisieron dejar claro que «controlada y sin ningún peligro para los participantes».

En este sentido, desde el Club Natación Castalia explicaron que salidas como las de ayer suelen ser habituales y nunca les había pasado algo parecido. Además, insistieron en que todos, tanto los monitores como los participantes, «esta formados y son gente experimentada y, aunque está claro que hubo un pequeño susto, estaban todos tranquilos».