El docente considerado como uno de los 50 mejores maestros del mundo según el Global Teacher Price, César Bona, estuvo ayer en el Teatro Municipal de Benicàssim con la conferencia «Mira a tu alrededor».

¿Qué es para usted ser un buen maestro?

Para mi ser un buen maestro es alguien que inspira a otras personas, que es consciente de que su influencia en los chicos y chicas va a perdurar. Es alguien entonces que sabe respetarse así mismo, a los demás, a las diferencias, al medio ambiente. Tiene curiosidad, tiene creatividad y es consciente de que va a aprender siempre de lo demás y es consciente de la necesidad de compartir.

¿Qué importancia tiene que los alumnos asuman responsabilidades?

¿Tú cómo te sientes sintiéndote implicado en tu trabajo? Pues nos pasa a todos igual, cuando alguien te escucha, te invita a participar, te sientes parte de algo. Tú así compartes algo y entonces ellos se sienten también bien.

¿Cómo trabaja los contenidos y las materias de clase?

Primero que nada decirte que el conocimiento es muy importante, pero hay otras cosas que también son muy importantes y que forman parte del ser humano. Entonces hay que tener en cuenta que no sólo es impartir los contenidos. Los niños no son recipientes que tenemos que llenar. Entonces hemos de pensar que el niño está en el centro y que no es el curriculum, el maestro que está en el centro. Ahora no hay que temer no poder acabar el temario. Ahora los niños tienen que aprender a compartir entre todos.

¿En qué lugar están los libros de texto en sus clases?

Es un elemento del que puedes sacar información, pero ahora mismo la información está en todos los sitios, y tenemos que pensar que no han de atarnos, que se pueden usar y que no pasa nada si no los usamos. Y sobre todo hay que invitar a los niños a mirar por la ventana y hacerles ver que pueden mejorar el lugar de donde viven. Y eso está en nosotros y en otros sitios que no son los libros de texto.

¿Qué estilo de música llega a mejorar los alumnos?

Podemos dibujar puertas para que ellos las abran. Así que si le mostramos el abanico de posibilidades que tenemos dentro de la música van a poder apreciarla mucho más, desde la ópera hasta el hard rock. Además es bueno que ellos traigan la música que les gusta y compartir y aprender todo de todos.

Y en cuanto a deberes si, deberes no, ¿usted que opina?

Parece que no cabe otra cosa: deberes si, deberes no. Pero los medios también existen y yo soy de los que dicen que los niños ya trabajan lo suficiente en clase, que hay que disfrutar de la infancia, que es importante, tener tiempo para jugar y que pueden aprender haciendo otras cosas como yendo con sus padres a la librería, a la biblioteca, al parque a comprar con ellos, a socializarse. Sobre todo les tenemos que dejar con ganas de aprender al día siguiente.

¿Cómo descubrió su vocación de maestro?

No tenía vocación. Hice Filología Inglesa, porque era la única que de las cuatro que me gustaba que había en Zaragoza. Pero un día eché un curriculums y de repente me encontré con 25 chavales en una clase y ahí vi que esto era justo lo que quería.

Por último ¿qué le aporta las conferencias que realiza en diferentes punto de España?

Ya no es que venga gente a verme, sino que compartimos y siempre que puedo viajo por escuelas, voy aprendiendo de otros compañeros, voy hablando con otros chicos y chicas, con las familias y en estos meses he aprendido mucho más de lo que he podido dar porque te das cuentas que hay gente que hace cosas muy bonitas, que siguen siendo anónimos.