El mesón vinícola de las fiestas de la Magdalena ha superado las expectativas y se ha vuelto a convertir en uno de los puntos neurálgicos de las celebraciones. Su nueva ubicación y la organización de conciertos han atraído a centenares de castellonenses y visitantes.

Victor Cubedo, responsable de la empresa gestora del mesón de este año, destaca que ha crecido la afluencia de gente respecto a otros años. Subraya que en la noche de miércoles se juntaron cerca de 2.000 personas en el recinto del bulevar Blasco Ibáñez, y resalta que para el fin de semana esperan «mucha gente».

Cubedo remarca que en la edición de esta Magdalena «nos han felicitado desde el ayuntamiento y la Policía Local porque no hemos tenido ningún problema ni quejas de vecinos». Afirma que los asistentes han valorado la instalación del mesón vinícola en el bulevar del Blasco Ibáñez y el formato escogido -casetas resguardadas con una carpa-.

Cuando se celebró anteriormente en este emplazamiento acaparaba todo el bulevar y ahora ocupa la parte central y está protegido por una estructura externa.

Cubedo señala que la oferta tradicional hay que añadir los conciertos que se realizan cada día. Han pasado por su escenario grupos como Ojana, Keko Fontana al tiempo que se ha amenizado la jornada con tablao flamenco. En estas condiciones, el mesón del vino ha sido una de las actividades de visita preferidas en las fiestas. Los amantes del buen vino pueden encontrar en cada caseta seis caldos de Castelló y otros seis de otras regiones españolas. Entre otras marcas de caldos cabe destacar Magnanimus de Bodegas Mayo García de Vilafamés, Barranc de l'Infern de Vinya Natura de Les Useres, Roques Negres de la Bodega El Mollet de Les Useres, Álvaro Gil de Finca Torregil de Benicàssim o la Dehesa la Luna de la Roda.