Vila-real volverá a convertirse en objeto de análisis, en este caso en el ámbito de la educación, al complementar una iniciativa pionera en el ámbito nacional por lo que respecta al desarrollo del programa Aula Mentor, al implantar la formación semipresencial con el objetivo de dar una solución «a la alta tasa de abandono» de los diferentes módulos ofertados, tal y como defendió el alcalde, José Benlloch.

Desde hace varios años los vecinos de Vila-real tienen la oportunidad de acceder a una formación no reglada, pero que ofrece una acreditación profesional que les permite mejorar sus opciones a la hora de acceder al mercado laboral. Esta formación profesional, que se articula en módulos de tres meses de duración sobre desarrollo de aplicaciones móviles en Android e IOS, Marketing y gestión de redes sociales, Atención a personas en situación de dependencia y Diseño e impresión digital, a cuyos contenidos los alumnos accedían hasta ahora a través de una plataforma online.

El alcalde explicó ayer que «después de realizar una evaluación del programa con espíritu crítico e innovador», detectaron la problemática del abandono y plantearon a la Dirección General de Formación Profesional la posibilidad de incorporar «el contacto personal», como un aliciente y una motivación para los alumnos. Este sistema ya se ha puesto a prueba en el aula existente en la Biblioteca Universitària del Coneixement (BUC), sede oficial del programa Mentor en la ciudad.

La directora general de Formación Profesional del Ministerio de Educación, Rosalía Serrano; como el secretario autonómico de Educación e Investigación, Miguel Soler, coincidieron en alabar la iniciativa propuesta por Vila-real. En concreto, Soler defendió la necesidad de «buscar nuevas herramientas que establezcan un término medio entre la formación online y la presencial».

Alumnos a nivel nacional

Por su parte, Rosalía Serrano recordó que las aulas Mentor beneficien a 16.000 alumnos en todo el territorio nacional. En concreto, en la provincia de Castelló hay 12 de estos programas, entre los que se encuentra el de Vila-real, que hasta ahora ha tenido un alcance de 500 alumnos. Su presencia en la ciudad es la primera de una serie de visitas que anunció para todo el territorio nacional en las que se pretende dar difusión de esta iniciativa porque es «fundamental», ya que «hay gente que no sabe lo que puede hacer para desarrollarse tanto personal como profesionalmente» y las aulas Mentor les ofrecen una oportunidad adaptada a las necesidades reales del mercado laboral.

Del proyecto, Benlloch destacó que en su origen está «la alianza entre la sociedad civil y las administraciones», en referencia a la implicación de Fundació Caixa Rural o la Universitat Jaume I. En cuanto al programa piloto implantado en la ciudad, explicó que «esperamos que incorporando elementos de proximidad, será más útil para los alumnos. Vamos a ver si funciona y seguiremos mejorándolo».

José Benlloch defendió que este tipo de iniciativas formativas son especialmente interesantes para colectivos muy sensibles desde el punto de visto del trabajo, como es el caso de las mujeres o los mayores de 50 años. Desde su punto de vista, los módulos elegidos y el programa educativo, que se adapta a las necesidades horarias de gran parte del alumnado «permiten el acceso de este tipo de personas, que quieren sentirse útiles para la sociedad».