Las fiestas de Sant Pasqual de Vila-real no se entenderían sin uno de los actos populares y lúdicos más esperados, especialmente por las peñas, aunque también por el público en general, que gracias al ingenio y la creatividad de las primeras, se pueden hacer una idea de por dónde van los tiros de la actualidad local, ya que los temas locales suelen acaparar el protagonismo de disfraces y carroces en la cabalgata, que ayer cumplió su 54.ª edición.

Como viene sucediendo año tras año, las peñas exhibieron el trabajo en el que se han centrado los últimos días, tanto para decorar sus carrozas, como para confeccionar sus disfraces, con los que pusieron un punto de color a su particular visión de cuestiones como los contenedores de reciclaje, los aniversarios de las peñas, los populares mosquitos y como no podría ser de otra manera, del cambio de nombre del estadio del Villarreal.

Cualquiera de estos temas se llevaron a escena con una visión irónica y divertida, como fue el caso de la peña La Xisclà que se hizo eco de todas aquellas voces contra la desaparición del nombre del Madrigal para pasar a denominarse Estadio de la Cerámica. Al mejor estilo de otras manifestaciones festivas valencianas, con su carroza y su indumentaria criticaron que con dinero se puede hacer todo, como cambiar un nombre con el que muchos vecinos se sentían identificados.

Pero al igual que pasó con este tema, el resto de carrozas y disfraces demostraron que las peñas agudizan su ingenio para hacerse con alguno de los tres premios que concede la Junta de Festes a los participantes.

Los premios de este año han sido, en el caso de la mejor carroza para Beu i Fuig, cuyos integrantes mostraban indumentarias de legionarios, siendo la carroza una reproducción de la plaza del Ángel . El de mejor crítica, para Casal i Punt (ironizaba sobre la jornada continua en los colegios), y el mejor disfraz fue el de la peña Postiguet, que simulaba un entierro por el cierre de un local de copas del municipio.

Un día más, la programación estuvo repleta de contrastes, de actos organizados por la Junta de Festes y de otros propuestos por asociaciones o peñas, haciendo buenas las afirmaciones del alcalde de Vila-real, José Benlloch, que en más de una ocasión ha defendido que las fiestas son una especie de escaparate de los vecinos para mostrar sus trabajos, aunque también para abrir sus puertas a la participación, como sería el caso de la cita organizada por la Asociación Cultural Rumbera Sueños de Andalucía, que ofreció una degustación de salmorejo cordobés popular a quien quiso pasarse por la calle Pasqual Font.

El primer domingo festivo tuvo de todo: deporte con la I Cronosubida al campanar; actividades lúdicas y tradicionales como la concentración de perros rateros o el teatro en valenciano; religiosos y sociales con la misa de homenaje al hombre y a la mujer más mayores de la ciudad.

En este sentido, la corporación rindió un emotivo homenaje a Pedro Cerezo, de 97 años de edad, y a Paula Laura Sánchez, de 99 años. El acto se celebró después de la misa en la capilla del Cristo del Hospital.

Hoy se retomarán los actos taurinos, en concreto exhibición de vacas tanto por la mañana como por la tarde en la zona de cadafales. Por la mañana serán animales de la ganadería El Mijares, mientras que por la tarde serán de Germán Vidal