En los últimos años, el Banco de Alimentos de Castelló se ha visto obligado a doblar sus esfuerzos debido a la actual crisis económica que está afectando a la sociedad. Por ello, cerca de 400 voluntarios trabajan cada día con el objetivo de «obtener alimentos en perfectas condiciones de consumo y redistribuirlos gratuitamente a las personas sin recursos de toda la provincia de Castelló», según explicó ayer el presidente de la asociación, Alfredo Marqués.

No obstante, estos esfuerzos, según declaró el tesorero del Banco de Alimentos de Castelló, Santiago Miralles, son insuficientes cuando existe un importante lastre económico: «A nivel nacional somos el banco de alimentos que menos ayudas económicas recibe y es una lástima porque nuestra actividad conlleva una serie de gastos de alquiler y distribución, entre otros. De hecho, ahora recibimos un 17 o 18 por ciento menos de financiación que hace un tiempo».

En la actualidad, la asociación mantiene convenios con el Ayuntamiento y la Diputación de Castelló, permitiéndole financiar el alquiler del nuevo almacén y subsanado los gastos de la Asistenta Social, respectivamente. Del mismo modo, Miralles lamentó la ausencia de ayudas por parte de la Consellería, quien hace unos años hacía una aportación anual de unos 15.000 euros, e hizó hincapié en que el 50 % de las ayudas provienen de Fesbal (Federación Española de Bancos de Alimentos).

Asimismo, remarcó que están trabajando para que el porcentaje de las donaciones de las empresas particulares aumente de forma significativa. Por su parte, la vicepresidenta del Banco de Alimentos, Susana Escudero, aprovechó la ocasión para agradecer a los supermercados Carrefour y Mercadona la donación de dos furgonetas y 64 palets de pañales respectivamente, y a la empresa Orbel la de dos traspaletas.

En relación a la distribución de alimentos, la asociación castellonense, a fecha del pasado 30 de junio, ya ha atendido a 79 entidades y ha repartido 103.989 kilogramos de alimentos para un total de 13.162 beneficiarios, entre los que hay 805 bebés. Cabe destacar que estas cifras superan a las del año pasado en la misma fecha y se prevé que durante este año se sobrepasen los 1.230.644 kilogramos repartidos y las 15.586 personas necesitadas que se alcanzaron a lo largo del año pasado, lo que indica que en la provincia de Castelló «hay una gran necesidad, porque no olvidemos que nuestros éxitos son las deficiencias de otras personas», remarcó Marqués.

De cara a finales de año y con vista a 2018, el Banco de Alimentos de Castelló se plantea una serie de proyectos relevantes como la formación del voluntariado, el incremento del número de charlas que se imparten en los centros educativos o el aumento de la recogida de 'mermas' de los supermercados, además de firmar un convenio de colaboración con la Oficina de Cooperación de Voluntariado de la Universitat Jaume I.