El Sant Jordi se reencontró con la victoria y lo hizo por todo lo alto contra el Burriana de Ramón Llopis. Los del Baix Maestrat, que salieron a por todas desde el primer minuto, encarrilaron el encuentro mediada la primera parte con los goles de un gran Felipe. Tras el descanso los burrianenses salieron más motivados. El gol de la esperanza llegó tarde. El saguntino David Megina puso el 2-1 a falta de un cuarto de hora para el final. Le puso el miedo en el cuerpo al equipo de Alberto Ferrer, pero al final fue el experimentado Sergio Espinosa sentenció el duelo.