La número tres en la lista de Ciutadans per Burriana (CIBUR), Rosana Petit, ocupará un asiento en el pleno de Borriana después de que el miembro de la corporación Antonio Sánchez Avilés, del mismo grupo, falleciese la semana pasada tras una larga enfermedad.

Así lo confirmó ayer a Levante de Castelló la portavoz de CIBUR, Mariola Aguilera, quien explicó que ha sido una decisión difícil para Petit porque «a pesar de que nos esperábamos el desenlace, porque sabíamos que no habría un final feliz, es verdad que Antonio era un pilar fundamental y los sucesores tenían mucho pesar», y remarcó que veían «el listón muy alto».

Además, respecto a la futura edil, ha justificado las dudas iniciales porque «ni el motivo por el que puede ser concejal es bueno, y además entra con la legislatura prácticamente hecha, pero al final ha dicho que sí, por Antonio y vamos para adelante».

Rosana Petit pasará a formar parte activa del escenario político por primera vez, aunque como ella misma ha señalado ya había militado anteriormente en otras formaciones y ha seguido siempre de cerca el debate sobre los asuntos de interés en la ciudad.

Tras haber estudiado Derecho, y haber trabajado en recaudación y en el departamento jurídico y de protección de datos de la Diputación, vivió durante dos años en Alemania y a su vuelta consolidó su carrera en una agencia de seguros de la que actualmente es responsable de departamento.

En esta nueva etapa, afronta el cargo, como ella misma declaró a este periódico, «con responsabilidad y con ganas de hacer las cosas bien, y con honestidad", siguiendo el legado de su compañero Antonio. Aunque en el pleno del próximo jueves todavía no tomará posesión del cargo, sí se hará pública de manera oficial la elección de Rosana Petit.