La localidad palantina de Torás ha visto hoy alterada su tranquilidad de nuevo con el robo en su iglesia y en la sede del ayuntamiento, ubicados en plena plaza del pueblo.

Al parecer, los hechos han ocurrido durante la pasada noche y han sido descubiertos esta mañana a primera hora cuando un vecino ha visto que las puertas del ayuntamiento estaban abiertas y no había nadie, por lo que ha avisado al alcalde y la Guardia Civil de lo sucedido.

En la iglesia, según las primeras informaciones, los ladrones habrían profanado el sacramento de la Eucaristía con el robo un cáliz de oro que se encontraba en el interior del sagrario con las hostias consagradas dentro y se habrían llevado también las monedas de las luminarias.

Por su parte, en el ayuntamiento habrían causado numerosos destrozos en las puertas de entrada a los despachos buscando exclusivamente dinero por los cajones de las mesas y las estanterías. En este sentido, el alcalde, Carlos del Río, ha explicado que “han roto las puertas a patadas para entrar a los despachos y han tirado todos los expedientes por el suelo, pero no se han llevado ni ordenadores ni nada. Venían a buscar dinero y, evidentemente, solo se han llevado alrededor de 100 euros que teníamos en la caja de la administrativa para el cambio típico que se tiene por posibles pagos menores”.

Del Río ha mostrado su malestar por la situación que está viviendo la zona norte del Alto Palancia. Una oleada de robos que, en los últimos meses, están azotando con fuerza en pueblos como Pina, El Toro, Barracas, Caudiel o Torás. Sin ir más lejos, la noche del miércoles, la cooperativa de El Toro sufría otro robo donde se llevaron numerosa bebida alcohólica y comida de todo tipo. Su alcaldesa, Ana María Orduña, ha apuntado que la situación está siendo ya insostenible, porque no sabes qué va a pasar. Orduña, al igual que Del Río, pretenden solicitar a subdelegación de gobierno en los próximos días mayor vigilancia para sus municipios que están siendo duramente castigados por los cacos y se plantean la colocación de alguna cámara de vigilancia con el fin de “aunque sea, tener controlados los coches que entran al municipio”.

Durante la mañana, la Guardia civil ha estado sacando huellas con el fin de conseguir alguna pista sobre los ladrones.

No es la primera vez que, en los últimos tiempos, las iglesias y ayuntamientos de la comarca del Alto Palancia sufren robos. Sería el pasado mes de enero cuando la población de Caudiel sufrió una profanación en su iglesia y registró robos en el almacén municipal y un bajo de una casa colindante a la iglesia.

Con este robo, son cuatro las profanaciones que registra la provincia en un margen de 10 meses. La primera se llevó a cabo en Teresa, también en el Alto Palancia en el mes de mayo el año pasado y la realizada en la Basílica de San Pascual, en Vila Real.