La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, mantuvo ayer un encuentro de trabajo con empresas adscritas a la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de la región de Dâmbovita, con sede en Târgoviste, con el objetivo de explorar nueva vías para el intercambio comercial entre ambas ciudades. Industria y comercio han centrado gran parte de la reunión, en las que se han sentado las bases para incrementar el comercio exterior, por las dos bandas, «para que la relación de hermandad entre los dos pueblos y los dos ayuntamientos se traslade también al espacio económico», afirmó.

Marco fue recibida en la sede de la Cámara por el presidente, Gelu Rusescu, a quien expresó el interés del Ayuntamiento de Castelló por ayudar a reanudar y fortalecer las relaciones económico-comerciales entre los dos países. El sector cerámico, de tanta importancia estratégica para la economía de Castelló ha experimentado una tendencia al alza. En 2010, Rumanía importaba 49.000 toneladas de azulejo desde el puerto de Castellón, mientras que en 2017 el dato era de casi 107.000, con lo que se consolida como sexto país en el ranking comercial del pavimento y revestimiento cerámico por esta vía.

Desde la Cámara de Dâmbovita se realizó a la delegación castellonense una panorámica del momento económico actual y se informó sobre los sectores más dinámicos, a fin de examinar los intereses comunes. La Cámara representa a 15.000 empresas y 12.500 autónomos. Ochocientas empresas regionales tienen capital extranjero. Tanto Rusescu como Marco expresaron su voluntad de poder mantener un contacto vivo en fechas próximas para fomentar el intercambio comercial.