El alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, el concejal de Desarrollo Rural, Rafa Pallarés, y los técnicos de las obras de la carretera N-232, visitaron ayer la Torreta para ver cómo afecta el proyecto al transcurso de la Rogativa del mes de agosto. Así, las zonas de aparcamiento y de comer verán pequeñas variaciones del itinerario habitual y se adaptarán al desarrollo de la actuación en esta zona. El objetivo de esta reunión es que la Rogativa no afecte a las obras y que ésta se pueda desarrollar con normalidad y a la inversa.

La Rogativa de Morella es una romería, la que se realiza habitualmente el primer fin de semana de mayo cuando las morellanas y morellanos visitan a su patrona, la Virgen de Vallivana, en el santuario. La rogativa se desarrolla durante dos días por lo que el primero se va desde Morella hasta Vallivana y el siguiente se vuelve al municipio.