El alcalde de Vila-real, José Benlloch, no quiso vincular el impulso a la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del ayuntamiento a la presión de los sindicatos para dar el visto bueno a los presupuestos, pero el anuncio de su puesta en marcha y el aval de los sindicatos de los trabajadores municipales, a excepción de uno, a la propuesta de plantilla se sucedieron ayer en cuestión de horas tras una reunión fallida la pasada semana.

Por ello, el alcalde, tras la reunión de la junta de personal en la que presentó el compromiso de impulsar la RPT agradeció a los sindicatos su «sensibilidad» con la situación local y mostró el compromiso municipal de «dar solución a las disfunciones que se producen entre la plantilla presupuestaria, en la relación de puestos de trabajo que tiene la institución y la realidad de muchos funcionarios».

Antes de la reunión, en rueda de prensa, el primer edil indicó que le parecía «una vergüenza» que Vila-real ni tuviera una RPT aprobada y asumió las culpas por los años al frente del equipo de gobierno en los que no se ha acometido su impulso. No obstante, asumió que esa decisión se tomó por «responsabilidad» ya que en la situación económica del consistorio y en el marco jurídico impulsado por el Gobierno desde 2012 se hubiera paralizado en instancias superiores. «Si la hacemos de acuerdo a las necesidades y proyectos que tenemos para Vila-real, nos la tumbarán», apuntó Benlloch, quien añadió que el hecho de no contar con una RPT genera «injusticias» con los funcionarios.

A su juicio, la falta de RTP provoca que algunos funcionarios se trasladen a otras instituciones por los bajos salarios y seguridad jurídica para su promoción.

Estabilidad financiera

El alcalde de Vila-real, José Benlloch, informó además que el ayuntamiento ha cumplido en el primer trimestre de 2018 los parámetros de estabilidad financiera contemplados en la legislación actual. En concreto, el Ayuntamiento de Vila-real cumple la regla de gasto, la estabilidad presupuestaria, el periodo medio de pago -que se sitúa por primera vez por debajo de los 30 días que marca la ley- y el nivel de deuda, que se cerró en un 47% a falta de incorporar el préstamo para el pago de los 4,3 millones de euros en resoluciones urbanísticas de los gobiernos anteriores a 2011. Una vez incorporado este préstamo, el nivel de endeudamiento se situará en torno al 53%, «todavía muy debajo del límite del 75% que supondría rendir cuentas de todas las decisiones municipales al Gobierno, con las dificultades que podría suponer para los ciudadanos».

Al respecto, Benlloch defendió la decisión de retrasar la aprobación de los presupuestos tomada en noviembre de 2017, que permitió exprimir la liquidación de la cuenta 413, relativa a obligaciones de pago reflejadas en los presupuestos a 31 de diciembre de 2017, así como pedir un préstamo para pautar el pago de las sentencias derivadas del urbanismo de la época de la burbuja inmobiliaria.

El ajuste a la estabilidad económica deberá confirmarse en los tres trimestres siguientes de 2018; un hecho que según apuntó el alcalde se cumplirá con los presupuestos redactados y de aprobación inminente. En concreto, el alcalde indicó que la próxima semana podría celebrarse el pleno de presupuestos.

Si se cumpliera durante un año entero, el ayuntamiento, que debe elaborar un nuevo plan económico financiero, estaría habilitado tanto para constituir consorcios con otras entidades locales como para crear empresas mixtas. El primer edil indicó que en la proyección del municipio esta circunstancia se torna de relativa importancia ya que en sus planes está la creación del Consorci Esportiu de La Plana, para compartir instalaciones deportivas con Borriana, así como la creación de dos empresas mixtas; una para la remunicipalización de la gestión del agua y otras para impulsar la creación del servicio de transporte público en la ciudad.