El Castellón ha clavado los tres partidos a domicilio en el play-off de ascenso: siempre 1-1. En Sant Andreu también marcó de penalti. En Tanos lo hizo en la recta final tras encajar primero. En los tres partidos recibió el gol en un saque de esquina. De los tres salió indemne, y de ellos Sergi Escobar con un discurso humilde, de perfil bajo. También ayer tras empatar con el Portugalete en el último suspiro. «Lo celebramos por como ha sido», dijo, «pero aún no hemos hecho nada. La eliminatoria sigue al 50 por ciento».

«Precaución», apuntó Escobar en sala de prensa, «el Portugalete es un gran equipo, un equipazo muy completo que en la vuelta lo pondrá muy complicado». El técnico de Almassora desgranó las virtudes del equipo vasco. «Sabíamos que iba a ser así, un equipo muy fuerte, rápido por las bandas y con las ideas muy claras. El empate al final ha hecho justicia porque los dos hemos tenido nuestras fases». Señaló la gran arma del rival, la del gol, la pelota parada. «Estábamos defendiendo bien hasta el gol. Ha llegado cuando mejor estábamos jugando. Luego han tenido una clarísima que ha sacado Zagalá, y que hubiera sido casi definitiva, pero el play-off es esto. De la alegría a la tristeza pasas en segundos», explicó Escobar.

El técnico alabó la perserverancia de su equipo. «No se rinde nunca y por eso hemos marcado tanto al final. El equipo está muy concienciado pero va a ser una semana difícil y hay que trabajarla bien». También tuvo palabras de agradecimiento para la afición. «El esfuerzo es grande, pero hay gente que irá el lunes a trabajar sin dormir, y solo por eso hay que dejarse la piel. En la vuelta necesitaremos el apoyo de la afición y seguro que lo vamos a tener», dijo.