El grupo popular pregunta al gobierno municipal del Ayuntamiento de Castelló sobre «el coste total que van a tener que asumir todos los castellonenses con su decisión unilateral y sectaria de cambiarle el nombre a la ciudad, eliminando el bilingüismo del topónimo, que existe desde hace 36 años».

La portavoz popular, Begoña Carrasco, afirma que «hemos tenido conocimiento de un estudio que eleva hasta los 270.000 euros solo el cambio de los uniformes oficiales de la Policía Local, una cuantía que podría destinarse a mejorar las calzadas».