La Audiencia de Castelló ha condenado a penas que oscilan entre los seis y ocho años de prisión a cinco presos de la cárcel de Albocàsser por agredir por el ano a otro interno para sacarle droga que supuestamente llevaba en el interior de su cuerpo.

El tribunal, la sección 1ª de la Audiencia, considera que los procesados son culpables de los delitos contra la integridad moral, de robo con violencia y de lesiones. Los hechos ocurrieron el 28 de febrero de 2014 en el aseo del módulo 12 del Centro Penitenciario Castelló II.

En concepto de responsabilidad civil, la sala acuerda que los condenados indemnicen a la víctima con 20.274 euros por los daños y perjuicios sufridos declara la responsabilidad civil subsidiaria de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

En el apartado de hechos probados, la sentencia recoge que unos de los acusado conminó «por la buenas o por la malas» al interno a acompañarle al aseo. En el interior lo sujetaron, «y contra la voluntad de éste, empleando la fuerza necesaria para vencer su resistencia, le bajaron los pantalones y los calzoncillos hasta las rodillas, mientras le decían que: 'tenía que darles el chocolate'. Como quiera que éste les respondió que no tenía, los procesados le golpearon, obligándole, en contra de su voluntad a apoyarse sobre el lavabo con las piernas semiflexionadas de espaldas a la puerta de entrada, lo inmovilizaron, con ánimo intimidatorio le aproximaron un pincho al cuello, y a fin de apoderarse de las drogas, le separaron las nalgas y le introdujeron por el ano el cuello de un botella a la que habrían perforado el tapón, practicándoles varias lavativas en contra de su voluntad con agua y aceite», señala la resolución judicial.

«Me obligaron a ir al lavabo. Me pusieron un pincho en el cuello. Luego me bajaron los pantalones y me pusieron una lavativa para intentar sacarme droga, aunque yo les decía que no llevaba nada», declaró la víctima en el juicio. Mientras, los procesados admitieron que pusieron una lavativa a la víctima, pero precisaron que el interno se ofreció voluntariamente al proceso para una vez expulsada la droga vendérsela.