El vecino de Eslida que ha sido denunciado por varios eslideros por poner música de modo intermitente, a veces a horas intempestivas y a altos volúmenes desde un equipo de música profesional, justificó ayer a Levante de Castelló su acción alegando haber estado realizando diversas tareas de producción y post producción de audio en su estudio, ubicado en la urbanización del Paratge del Castell, en lo alto de la población, debido a su profesión como productor audiovisual.

Con este argumento, Rafael C., justificaba ayer el malestar y la crispación creada en las últimas semanas en la tranquila población de Eslida entre parte del vecindario y este vecino, contra el que se han presentado numerosas quejas en el ayuntamiento, recogido firmas e interpuesto denuncias en los juzgados y ante la Guardia Civil.

Todo ello, argumentaban la pasada semana varios de los vecinos afectados ante este rotativo desesperados, después de que la situación a principio de mes fuera «insostenible e insoportable» al tener que escuchar a horas intempestivas y de manera intermitente a todo volumen canciones como nanas, música pop o incluso las risas del Joker.

Así las cosas, según reconocía el autor de los hechos, «sé que ha molestado a varios vecinos, pero, realmente, desconozco cuáles son las molestias concretas, ya que nadie me ha manifestado nada al respecto, excepto un vecino que un día le molestaban los ruidos, me lo dijo y cesamos en las tareas de acústica de directos».

Para este productor audiovisual «el problema viene de una falta de comunicación, entendimiento y diálogo por parte de un grupo de personas que realmente no saben a lo que me dedico y solo saben que, de vez en cuando, salen de mi casa sonidos extraños como pistas de efectos, volúmenes variables inherentes a la propia tarea en horarios desconcertantes inherentes también a las necesidades de producción, lo que les puede resultar que ocurre algo, aunque en realidad no tiene nada que ver con eso que piensan ni se trata de una acción contra nadie, sino simplemente un trabajo».

El productor reconoció que la Guardia Civil habría ido a su casa a pedirle que bajase la música y que el alcalde le habría llamado para pedírselo también, «pero la realidad de la situación no es otra que estoy trabajando».

En estos momentos, Rafael no se replantea cambiar su estudio de la urbanización, aunque sí tomar las medidas económicas y técnicas pertinentes para no causar tantas molestias» y esgrimió que «si todo esto ha servido para que el grupo socialista inicie las acciones necesarias para la protección medioambiental de nuestros parques naturales, habrá valido la pena hasta el hecho de ver peligrar mi integridad física».

Cabe destacar que el productor tiene interpuesta una denuncia al considerar que el pasado día 13 el incendio que tuvo lugar al lado justo de su casa fue «intencionado y con mala fe para actuar contra su persona», así como por «una presunta agresión hacia su persona y por el destrozo de parte de su equipo de sonido y luces».

Estos días, su empresa ha suspendido las actividades por el fallecimiento de un familiar, aunque tiene previsto reanudarlas en cuanto acabe el duelo.

A colación de la problemática y por petición del PSPV-PSOE, los concejales trataron en el orden del día del último pleno celebrado el pasado miércoles cómo poner solución al asunto.

Después de varias intervenciones, desde la corporación se explicó que deberá se un juez el que decida qué se debe hacer, ya que el ayuntamiento no puede hacer mas.