Castelló en Moviment firmó en junio de 2015 el Acord del Grau junto a PSPV y Compromís para acabar con 24 años de mayorías absolutas del PP en el ayuntamiento e intentar impulsar el denominado Gobierno del Cambio. Pero estos años, y ayer lo dejaron patente, este trabajo conjunto con los socialistas han sido un claro matrimonio de conveniencia que no les gusta. Xavi del Señor, portavoz de la agrupación electoral, lo volvió ratificar al insistir en que para ellos el PSPV «no tiene nada que ver con las fuerzas del cambio», y más en un ambiente de nuevo enrarecido a nivel de la Comunitat Valenciana con el caso Alqueria.

Del Señor, junto al resto de ediles de CseM -Anna Peñalver, Paz Beltrán e Iñaki Vallejo- realizó un balance de estos tres años de gobierno municipal, pero sentó las bases de lo que debe ser la candidatura para las elecciones municipales de 2019 y los acuerdos políticos en los que, si puede ser, prefiere que no esté el PSPV.

En este sentido, insistió en que lo ideal sería llegar a un acuerdo para realizar una candidatura conjunta con Podemos, Esquerra Unida e incluso Compromís. Sobre la fórmula, insistió en que las puertas están abiertas para negociar el mejor modelo, ya sea manteniendo la siglas de Castelló en Moviment u otro camino, aunque Del Señor sacó pecho por el trabajo realizado por los cuatro ediles y defendió la marca de CseM. Anna Peñalver, en esta línea, remarcó que para la agrupación electoral «es fundamental mantener la independencia y seguir funcionando de manera asamblearia».

Del Señor, con estas reflexiones de fondo, confía en que las urnas en 2019 recompensen el trabajo de CseM, aunque señala que «son los ciudadanos los que tienen la última palabra». Con todo ello, aclaró que Castelló en Moviment «ha venido para quedarse, pero queremos cambios más profundos e incidir en todo lo que queda por hacer, que es mucho», con el deseo además de formar parte del gobierno local.

Sobre estos tres años de trabajo conjunto en el seno del Acord del Grau, Anna Peñalver señaló que el pacto sirvió para acabar con la gestión del PP durante más de dos décadas, pero lamentó que los cambios anunciados «no estén yendo tan rápidos como en otras ciudades», como Barcelona, Madrid, Cádiz o Zaragoza.

Tres son, a su juicio, las «asignaturas suspendidas» del equipo de gobierno que forman PSPV y Compromís. En primer lugar, la recuperación de la gestión pública en servicios como la limpieza viaria, la luz o el agua, contratos millonarios que «suelen ser la principal puerta de entrada de la corrupción». El segundo suspendo está en la vivienda, «el gran fracaso de estos años» para Peñalver, quien lamenta que haya una Oficina Municipal bajo mínimos . Para este año el presupuesto ya contempla un millón de euros para adquirir vivienda social, algo que espera se pueda concretar antes de acabar el mandato. El tercer traspié del gobierno local viene de la mano del medio ambiente, «ya que se han dado algunas pinceladas pero insuficientes», en especial en temas sobre contaminación.

Otro aspecto que reclama CseM es la Oficina Antifraude, «pues la alcaldesa se mostró reticente a su creación aunque es algo que incluso nos han dicho desde Valencia que es recomendable». En este sentido, Anna Peñalver insistió en que Amparo Marco «aún debe demostrar si está más con el modelo de Susana Díaz o con el de los gobiernos del cambio como Ada Colau».

Por último, sobre los logros conseguidos estos tres años por CseM, Paz Beltrán subrayó los Jornals de Vila, que permitirá dar empleo a más de 200 personas vulnerables, o el Bono Activa't para beneficiar a los parados en el uso del transporte público.