Cualquier futbolista señala la primera semana de cada pretemporada como la más exigente y dura, por la carga de trabajo físico en la vuelta a la actividad. La plantilla del Villarreal culminó ayer el tramo inicial de la pretemporada rompiendo con la rutina de los primeros días de trabajo, y se ejercitó en un paraje natural de la vecina localidad de Borriana.

En concreto los futbolistas del primer equipo del Villarreal se desplazaron hasta el paraje natural del Clot de la Mare de Déu de Borriana para realizar carrera continua y otros ejercicios físicos para seguir con la puesta a punto de pretemporada. Allí los curiosos hablaban más de la ausencia que de la presencia. Porque el portugués Rubén Semedo abandonó el centro penitenciario de Picassent tras conseguir la libertad condicional, pero no estuvo presente porque el club le ha concedido días libres para pasar estos días junto a su familia, mientras ambas partes acuerdan el mejor destino para el defensa de cara a la temporada 18-19. El Villarreal le busca una cesión que convenga a ambas partes, mientras la justicia dictamina la relación de los hechos que se le imputan (delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, detención ilegal, amenazas, tenencia ilícita de armas y robo con violencia).

Sea como fuere, tras la sesión física matinal la plantilla volvió a trabajar por la tarde en Miralcamp, mientras que hoy está previsto que tras la sesión matinal los futbolistas tengan la tarde libre.

Mañana el equipo volverá a afrontar una jornada con doble sesión de trabajo y no será hasta el miércoles, día 18, cuando disfrute de su primer día completo de descanso. El primer partido de la pretemporada será el martes ante el Hércules CF en el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva (19.00 horas). «Es la época del año más dura porque a uno lo que le gusta, igual que al aficionado, es jugar partidos y competir, aunque esto es parte del proceso», aseguraba Mario Gaspar días atrás.

El portero Andrada, opción

En paralelo, la dirección deportiva sigue trabajando para cerrar la plantilla. En las próximas horas será oficial la llegada del mediocentro Santiago Cáseres, de 21 años, que firmará con el Villarreal para las próximas cinco temporadas. El club groguet pagará por él 10 millones de euros a Vélez Sarfield, el club en el que debutó el argentino. Solo falta que pase la revisión médica. También de Argentina puede llegar el siguiente, y es que el Villarreal se ha lanzado a por el portero Esteban Andrada. El guardameta del Lanús podría salir rumbo a Vila-real por unos cinco millones de euros. Desde diferentes medios argentinos apuntan que la operación no se hará oficial hasta la próxima semana una vez su equipo haya disputado el partido del miércoles contra Junior, correspondiente a la Copa Sudamericana. Presumiblemente el Villarreal ceda al portero Andrada ya que cuenta con los guardametas contrastados Sergio Asenjo, Andrés Fernández y Mariano Barbosa para el inicio de la temporada.