Los temores a que la presencia del escarabajo avispa detectada inicialmente en El Camp se Morvedre se transformen en una plaga que amenace las moreras valencianas comienzan a ser cada vez mayores. Por lo pronto, un nuevo foco ha sido localizado, ahora en Almenara, de forma que el insecto habría saltado ya a la provincia de Castelló. Por el momento, se tiene constancia de sus efectos en Sagunt, Quartell y en este último municipio de La Plana Baixa.

Las huellas de su presencia se extienden ya en un radio de unos siete kilómetros desde el primer foco detectado en el término municipal de Sagunt, donde también se localizó el único ejemplar adulto que hasta el momento ha podido capturarse. El nuevo foco de Almenara se encuentra junto en un parking público próximo al cementerio municipal.

El escarabajo avispa, o Xylotrechus chinensis como es conocido por su nombre científico, es una especie originaria de China, Corea, Japón y Taiwan. Su nombre común viene dado por su aspecto, similar a una avispa, cuyas larvas taladran la madera de las moreras, provocándoles daños en las estructuras que pueden romper sus ramas y desencadenando al final la muerte del árbol. En España, se detectó en Cataluña donde se estima que pudo entrar en 2012. Solo se tenía constancia de estos focos hasta que se localizaron los casos en El Camp de Morvedre.

Víctor Sarto, investigador del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona y miembro del Servei de Sanitat Vegetal de la Generalitat de Catalunya, es uno de los mayores expertos europeos en escarabajo avispa que estudió el caso catalán desde sus inicios. «En mi investigación ya decía que con total probabilidad se extendería y ahora vemos como estamos ante un riesgo de plaga», comenta. En este sentido, recuerda que hace un año también se detectó su presencia en Creta, con lo que la dimensión puede superar el ámbito español.

La amenaza «ya está dentro»

De hecho, Sarto recuerda que la primera vez que se localizó en Europa fue en Alemania, aunque allí se detectó en un control de palets que llegaban de Asia y los ejemplares localizados quedaron neutralizados en laboratorio. Ahora, a su juicio, el problema no se puede atajar ya controlando la entrada de maderas, porque «ya no vienen de fuera sino que los tenemos dentro».

Ante el riesgo de que siga propagándose, Victor Sarto recomienda un intenso trabajo de prospección para localizar las áreas afectadas y efectuar un doble tratamiento.

Para las moreras afectadas se ha comprobado la eficacia de tratamientos de endoterapia, mediante la inyección en la base dura del tronco de Abamectina, un insecticida que se distribuye por la savia y es ingerido por la larva cuando come la madera.

Tratamiento preventivo

Pero además, Sarto recomienda aplicar de forma preventiva insecticida en la corteza de aquellas moreras aparentemente sanas, sobre todo en las próximas a los ejemplares afectados, que repelen a las hembras cuando intentan poner en ellos sus huevos. Y en el caso de que los huevos ya estén ese mismo insecticida neutraliza a las larvas cuando comienzan a comer la corteza para entrar dentro del tronco.

En cualquier caso, Víctor Sarto no oculta su preocupación porque «no será fácil controlar esta plaga». Y es que solo en este mes de julio es posible localizar los ejemplares adultos, ya que los huevos y las larvas son prácticamente imposibles de localizar el resto del año.

Por lo pronto, la Conselleria de Agricultura ya se ha puesto en contacto con los municipios afectados y prepara intervenciones en los árboles afectados, aunque reconoce que carece de un protocolo de actuación por tratarse de una plaga exógena. Además tratan de localizar nuevos ejemplares adultos para confirmar en un laboratorio de Madrid que se trata del Xylotrechus chinensis e informar al ministerio de Agricultura de los casos detectados en la Comunitat Valenciana.