Buenas sensaciones para el Villarreal en su segundo amistoso estival ante un rival de calado como el Olympique de Marsella. Sólo un despiste defensivo en la segunda mitad privó al equipo azulejero de su primer triunfo de pretemporada, pero la prueba dejó apuntes positivos y enseñó que los amarillos avanzan por la senda correcto.

Motivos para estar satisfecho dejó la primera mitad del Villarreal. En un encuentro algo lastrado por la contundencia con la que se emplearon ambos conjuntos, la falta de ritmo no impidió que sobresalieran algunos nombres en el equipo de Javi Calleja.

Más allá de la conocida capacidad de sacrificio de Jaume Costa, un incordio por la banda izquierda, sorprendió mucho el descaro y la fortaleza de Santiago Cáseres. El mediocentro recién aterrizado de Vélez Sarsfield no agachó la cara ante Luiz Gustavo y Sanson, y mostró su capacidad para recuperar balones y sacarlos jugados.

También ilusiona la dupla de ataque. Aunque todavía está en rodaje, la pareja que forman Gerard Moreno y Toko Ekambi promete dar muchas alegrías. Las ocasiones en que pudieron conectar en el primer acto, es cuando más peligro generó el Villarreal. En el minuto 39, una jugada entre el catalán y el franco-camerunés terminó con un duro disparo que buscaba la escuadra del ex del Angers que obligó a intervenir a Pelé para evitar el tanto.

Serio y brillante se mostró otro joven de las categorías inferiores. A falta de Trigueros, otro Manu como Morlanes se encargó de hacer funcionar la maquinaria. El zaragozano, en el minuto 42, fue el culpable de meter una asistencia perfecta entre líneas, después de que Gerard Moreno bajara el esférico y Costa se lo cediera al aragonés, para que Ekambi fusilara a Pelé. Con un disparo cruzado, el delantero amarillo se estrenaba con la camiseta del Villarreal y abría el marcador.

Alcanzó el descanso a la contienda, y tras el asueto el submarino reapareció con un once completamente nuevo. En este segundo acto, las buenas noticias fueron el alto nivel que ofreció Santi Cazorla. El asturiano aguantó los 45 minutos y se acercó a la asistencia de gol con un pase en el área a Mario, que el alicantino no supo enviar a las redes en el minuto 75.

Este segundo Villarreal dejó destellos brillantes, como una combinación colectiva que terminó con un pase al corazón del área de Sansone. Leo Suárez no supo ajustar su punto de mira y su disparo se marchó por encima del travesaño. Era el minuto 57.

Pero los marselleses, con la entrada de Njie y Maxime Lopez, espabilaron y pisaron con mayor asiduidad el área de Barbosa. Un error de Bonera, al que le faltó contundencia, permitió a Lopez recuperar el esférico en el balcón del área pequeña en el minuto 62. Cedió a Germain, y el ex del Mónaco mandó el balón al interior de la portería con un disparo preciso cerca del palo derecho.

El último cuarto de hora se marchó con el carrusel de cambios de los franceses. El Villarreal aguantó hasta que el pitido final cerró esta segunda prueba estival.