Adrián Riera es un refuerzo de garantía para el Villarreal B, pero se perderá las primeras jornadas de la temporada 2018-19 debido a que está en la parte final de la recuperación por la grave lesión de rodilla que sufrió en febrero pasado. No pudo tener peor suerte este joven extremo zurdo murciano porque debutó con el Toledo ante la Unión Adarve, marcó un gol y se lesionó. Se rompió el ligamento cruzado y el menisco de su pierna derecha, y ahora no para de acumular horas, tanto en el gimnasio como en solitario en el terreno de juego de la Ciutat Esportiva, para ponerse a las órdenes de Miguel Álvarez lo antes posible.

El extremo lo tiene asumido y trabaja para volver lo mejor posible, y dejando atrás el mal trago sufrido aquel 11 de febrero pasado en el Salto del Caballo. Adrián Riera debutó y a los catorce minutos firmó el 1-0 para su equipo, que al final cayó por 1-3. Pero en el minuto 60 sufrió ese percance que le hizo pasar por el quirófano. Fue sustituido por Joni Montiel y desde entonces no volvió a pisar un terreno de juego.

Pese a encontrarse en fase de recuperación se convirtió en el tercer fichaje para este Villarreal B que trabaja a destajo para hacer un bloque nuevo después que nueve futbolistas de la temporada pasada hayan causado baja por diferentes motivos. Para esta temporada, de momento, hay tres caras nuevas (incorporaciones de fuera) y hasta doce jóvenes del Villarreal C que están a las órdenes de Miguel Álvarez.

El equipo sigue trabajando

Mientras, el Villarreal B sigue trabajando y cociendo buenas sensaciones en los partidos de pretemporada que va disputando. El martes el filial de la Plana Baixa logró superar al Porto B (1-3) en un encuentro en el que la noticia estuvo en la portería del filial, donde reapareció el portero zaragozano Diego Fuoli, que ha estado casi cinco meses de baja por una lesión en el hombro.