El gobierno local de Castelló, integrado por la coalición PSPV y Compromís, sacó ayer adelante un nuevo trámite en el proceso para la aprobación del nuevo Plan General de la Ciudad, el proyecto de mayor calado de la actual legislatura. El bipartito logró vencer la resistencia inicial de los ediles de su socio en el Pacte del Grau, la plataforma electoral Castelló en Moviment (CseM) y contar así con la obligatoria mayoría absoluta para aprobar la exposición pública del Plan de Ordenación Pormenorizado (POP). No obstante, el Grupo Municipal de CesM lanzó su aviso a navegantes y una de sus integrantes, la concejal Anna Peñalver se abstuvo.

De esta forma la votación final fue de 14 votos a favor ( siete ediles del PSPV, cuatro de Compromís y tres de CseM) y 12 en contra (los ocho concejales del PP y los cuatro de la formación Ciudadanos), más la abstención de la mencionada edil Anna Peñalver. El documento está expuesto al público, para que tanto administraciones públicas y particulares afectados, presente las oportunas alegaciones.

La aprobación de es trámite del nuevo planeamiento de Castelló, que sustituirá al anulado por el tribunales en 2008, concitó la atención de numerosos vecinos, en su mayoría procedentes del barrio de Crèmor y de La Marjalería. Éstos abandonaron la sesión nada concluyó el debate de ese punto, expresando su desaprobación con el resultado final de la votación. «Sin los vecinos», exclamó uno de ellos al aprobarse el punto.

El portavoz del Grupo Municipal de CseM, Xavi del Señor, fue el primero en tomar la palabra, y aseguró que daban su respaldo al documento «por responsabilidad» y para no provocar retrasos que pudieran llevar a la anulación del trabajo realizado hasta ahora. «No es de recibo traer el documento por la vía de urgencia», dijo. El portavoz de la formación asamblearia acusó al bipartito de falta de «transparencia y deslealtad». «El Plan General estaba en riesgo y pendiente de un hilo», precisó. Del Señor echó en cara a la regidora que no haya estado presente en las distintas reuniones del Pacte del Grau cuando se ha tratado el Plan General. «Pero nuestro voto a favor no es un cheque en blanco, estaremos vigilantes para que antes de la votación definitiva se incorporen todos los compromisos y documentos recogidos en el Pacte del Grau», advirtió. Y la prueba de que su advertencia no era hueca fue la abstención de Peñalver.

El bipartito, a través de sus portavoces, Ignasi Garcia, de Compromís, Sara Usó, por parte del PSPV, y Rafa Simó, en representación del Gobierno, defendieron la oportunidad de llevar al pleno ese nuevo trámite del Plan General, y la filosofía global que inspira el documento. «Las líneas maestras del Plan se están cumpliendo «, dijo. Usó resaltó que el «debate y la participación» ha estado presente en todo el proceso de elaboración del planeamiento. «Es la oportunidad para una planificación urbanística equilibrada y sostenible», aseveró. Simó resaltó que había un riesgo de anulación del proceso y defendió «la corrección» del mismo.

Los portavoces del PP y Cs argumentaron su voto en contra en el hecho de que la exposición del plan detallado se hará sin haberse resuelto las 523 alegaciones presentadas al Plan General Estructural. «Ha faltado transparencia y no se ha contestado a las alegaciones del Plan General Estructural», dijo Carlos Feliu, del PP.