Algunas de las sombras que el Villarreal CF evidenció durante la pretemporada se han alargado en el tiempo hasta la disputa de los primeros encuentros oficiales. Lejos de superar todos los contratiempos y subsanar los errores cometidos en verano, el conjunto villarrealense ha seguido mostrándose muy débil a nivel defensivo, situación que le está costando puntos y sembrando muchas dudas en torno al equipo.

Los de Javi Calleja no se están mostrando sólidos en ninguna faceta del juego, cometen errores garrafales en tareas defensivas, encajando goles con demasiada facilidad y, además, les cuesta mucho marcar un gol. Y eso pese a tener un tridente formado por Gerard Moreno, Toko Ekambi y Carlos Bacca, quienes atesoran un gran potencial y parecían tener el gol asegurado. No hay equilibrio y eso le está pasando factura.

Hasta la fecha, el Villarreal ha encajado dos derrotas ­-Real Sociedad (1-2) y Girona (0-1)-, un empate -Sevilla (0-0)- y una victoria en la competición doméstica -Leganés (0-1)-, resultados a los que hay que sumar el empate del pasado jueves en la Europa League contra el Rangers FC (2-2). Solo dos partidos sin encajar gol y otros tres protagonizando destacados desajustes defensivos que llevaron a los rivales a marcar en las pocas ocasiones generadas a lo largo de los 90 minutos.

El sistema de juego por el que Calleja viene apostando desde su llegada al banquillo amarillo la temporada pasada en sustitución de Fran Escribá hace vulnerable al equipo y todo porque el técnico madrileño no ha encontrado a un mediocentro defensivo que dé equilibrio y estabilidad al equipo. Una circunstancia marcada por las numerosas bajas que la plantilla cuenta en el centro del campo, donde Bruno Soriano, Javi Fuego y Santi Cáseres siguen en la enfermería, mientras que Manu Trigueros todavía no le ha cogido el pulso a la competición tras superar una lesión que le tuvo apartado del equipo durante toda la pretemporada.

Con esta situación, el Villarreal es una montaña rusa durante los partidos, teniendo picos de buen juego en algunos momentos de los encuentros pero perdiendo por completo el rumbo cuando encaja un gol. El jueves ante el club escocés, el submarino estuvo bien hasta que el reconvertido Funes Mori -quien actuó en punta defensiva del rombo-, empezó a tener rampas y no pudo continuar sobre el terreno de juego.

Además, algo le pasa psicológicamente al equipo, que cuando encaja un gol desconecta y da un paso en falso, situación que aprovechan sus rivales para doblegarle. Ya lo hicieron la Real Sociedad y el Girona en el Estadio de la Cerámica en las primeras jornadas de LaLiga Santander, y también el Rangers en el encuentro de la competición europea, cuando sacó petróleo de su visita al Estadio de la Cerámica.

Mucho le queda al Villarreal por mejorar para no ver complicada más su situación en las próximas semanas.