El Villarreal CF de esta temporada tiene dos caras, y es capaz de lo mejor y de lo peor. Y anoche lo volvió a evidenciar en Rusia, donde llegó a ponerse por delante contra el Spartak de Moscú hasta en dos ocasiones y acabó firmado un empate in extremis gracias a un penalti cometido sobre Funes Mori en el minuto 90 y que transformó Cazorla.

Anunció Calleja que habría alguna novedad en su once y la más llamativa fue la presencia del joven Samu Chukweze de inicio. El técnico madrileño apostó por un sistema 4-2-3-1 y colocó a Trigueros y Funes Mori en el pivote, dejando en las bandas al extremo nigeriano y a Sansone, con Fornals de enganche y Ekambi de referencia en ataque.

Samu mostró picardía y descaro desde el primer minuto, siendo uno de los primeros en poner a prueba al meta Maksimenko con un lanzamiento desde la frontal del área. Su chut llegó la primera vez que el Villarreal pasaba del medio campo y sirvió de preludio a lo que apenas tres minutos después sucedería.

Y es que cuando el electrónico señalaba el 13, un gran pase de Fornals al área rusa dejó el esférico a los pies a Ekambi, quien después de encarar y colocárselo hasta en dos ocasiones, se la preparó y a la media vuelta lo metió por toda la escuadra.

El gol permitió al submarino asentarse sobre un terreno de juego rápido por la lluvia y el equipo tuvo buenos minutos de juego, con hasta tres ocasiones consecutivas que podrían haberle dado algo más de ventaja. Pedraza, el propio Ekambi y Sansone tuvieron sus oportunidades, pero estas no subieron al marcador.

El Spartak, mientras tanto, trataba de robar el balón y salir a la contra, encarando con mucha velocidad la meta de Andrés Fernández tanto Fernando como Melgarejo o Zbonin. Este último tuvo la ocasión más clara para el cuadro local pero vio cómo el portero murciano salvaba con una estirada la jugada.

Fuerzas igualadas

Las fuerzas estaban totalmente equilibradas cuando llegó la jugada desafortunada del partido para el Villarreal ya que, superada la primera media hora de juego, el balón golpeaba el brazo de Sansone dentro del área cuando el italiano trataba de despejar el esférico y el colegiado Daniel Siebert señalaba penalti. El encargado del lanzamiento y de establecer el empate sería Zé Luis en el minuto 34.

Había tiempo por delante para intentar marcar el segundo gol y marcharse algo más tranquilos al descanso pero, pese a intentarlo por medio de Sansone y Fornals, el marcador ya no se movió.

El paso por vestuarios sentó bastante bien a los futbolistas amarillos ya que, prácticamente al arrancar el segundo tiempo, llegó el ansiado segundo tanto que se había escapado en los primeros 45 minutos. El protagonista, Pablo Fornals, de nuevo marcando un gran gol después de controlar el balón a la perfección dentro del área y batir a placer al portero del Spartak.

Calleja reajustó al equipo con un 4-4-2, pero dio tiempo a los mismos jugadores antes de refrescarlo, consiguiendo que se mantuviera la misma intensidad que antes y generando ocasiones de igual modo. Solo movió una pieza al sacar del terreno de juego a Sansone, con una amarilla, y dio entrada a Gerard Moreno.

Cuando al delantero catalán casi no le había dado ni tiempo a colocarse en su sitio, el Spartak perdonó hasta en dos ocasiones el empate. En la primera Dzhikiya mandaba el esférico por arriba de la portería amarilla y en la jugada siguiente Ignatov fallaba un cara a cara con Andrés Fernández. Estaba avisando con demasiado peligro el equipo del italiano Massimo Carrera y a punto estuvo de encontrar premio de no ser porque el colegiado anuló un gol a Melgarejo por fuera de juego. E, instantes después, el futbolista paraguayo enviaba el balón al palo derecho de la portería amarilla.

No lo estaba pasando nada bien el Villarreal en esos momentos y defendía como buenamente podía todas las ocasiones. Era, quizás, el momento más crítico del partido y tantas veces lo intentó el Spartak que acabó logrando primero el empate con un gol de cabeza de Zé Luis y, tres minutos después, remontar el partido con un tanto de Melgarejo al aprovechar un rechace tras golpear el balón el poste.

El Villarreal había perdido toda la renta y tenía que apelar a la épica o a un golpe de fortuna para sacar un punto como mínimo. Y precisamente en un golpe de suerte llegó el empate final después de que el colegiado pitara un penalti cometido sobre Funes Mori tras un saque de esquina, el último del partido en el minuto 94, que acabaría marcando Cazorla. Fue el primer gol del asturiano tras dos años y un mes.