El Castellón empieza noviembre igual que pasó por agosto, septiembre y octubre: buscando la primera victoria de la Liga. Los albinegros reciben esta tarde al Lleida Esportiu en horario clásico, a las cinco en Castalia, en la enésima oportunidad. El margen de error se agota a todos los niveles, con el equipo en descenso y el revulsivo marchito del cambio de técnico. Una semana más, el Castellón anhela un triunfo sanador que vire de una vez la peligrosa inercia de la temporada, y aleje los fantasmas propios de la zona de descenso.

Por el momento, el rendimiento del equipo ha estado lejos de los objetivos marcados en verano por el propio club. Nadie esperaba que el Castellón llegara al 4 de noviembre sin ganar un solo partido de Liga. Tampoco la afición, lo único que de momento está dando la talla. Hoy, una vez más, habrá más de once mil espectadores en Castalia para presenciar el duelo con el Lleida Esportiu, uno de los gallitos del grupo, tercer clasificado y candidato al play-off de ascenso.

No ha perdido el Lleida aún a domicilio. En sus filas milita Marc Trilles, uno de los ídolos de Castalia. El central de Vilafamés se formó en la cantera del Castellón y llegó al primer equipo, donde salió de mala manera en 2014, enfrentado con la antigua dirigencia. Tras caer al Borriol de Preferente, Trilles rehizo su carrera con David Gutiérrez en el Atlético Saguntino. Hoy se cruzarán en Castalia, cosas del destino.

Guti, técnico albinegro, se mostró severo con sus jugadores tras la derrota en Badalona. Habló de falta de actitud y aptitud, un doble suspenso que hoy tratará de revertir el equipo orellut. El entrenador ha convocado a todos los futbolistas disponibles y en principio la única baja es la del portero suplente Jesús López. En el baile táctico que busca soluciones, hay quien especula con dos variantes. Una pasa por cambiar el dibujo para jugar con tres centrales, la otra por juntar a Máyor y Cubillas en la delantera, en busca del gol perdido.