Nos cuesta dar la cara. Tenemos que salir del armario cada uno en su ámbito público para explicar a la gente cual es nuestra función, haciendo ver que cuantos más empresarios tiene una sociedad, es más rica”.

Estas son algunas de las palabras que pronunció Juan Roig en el Congreso de la Empresa Familiar, que reunió a seiscientos empresarios en València la semana pasada, congreso al que asistió también el presidente del Gobierno y el líder del P.P. y que vino a expresar el sentir del mundo empresarial ante la situación política y económica de nuestro país.

Me hubiera gustado oír la intervención completa del dueño de Mercadona, porque me parece siempre un hombre lleno de sensatez y sentido común. Recuerdo hace unos años que llegó a la Universitat Jaume I para dar una lección en la Facultad de Económicas, pero lo hizo media hora más tarde de lo previsto ante un auditorio de jóvenes estudiantes completamente abarrotado. Pues a pesar de la tardanza, a los tres minutos se había puesto a todos los estudiantes en el bolsillo. Fue una lección admirable de un empresario exitoso, hablando con una claridad meridiana sobre lo que es y debe ser el mundo empresarial y de la economía y, sobre todo ,desde el punto de vista de la cultura del esfuerzo. Me dejó una magnifica impresión. Por eso siempre reparo cuando leo alguna declaración del mismo, puesto que siempre es un modelo de sensatez, rigor y precisión.

Tiene razón Juan Roig cuando dijo que los empresarios tienen que salir del armario para explicar a la gente cuál es su función y el importante papel que desempeñan en la economía española y en la creación de empleo. Cuando ves algunos programas informativos de determinadas televisiones y sobre todo cuando te fijas en tertulias, no dejas de sorprenderte de la presencia de algunas personas que tanto editorializan de física cuántica, o de robótica o de la reproducción de animales. Saben de todo y en el mismo programa, aunque fácilmente quedan en la más olimpica incompetencia, pero como se rodean generalmente de aduladores pasan por genios.

Y muchos de estos personajillos son personas que al frente de medios de comunicación o de programas de televisión han fracasado rotundamente llevando a algunos a su cierre o desaparición. Menudo ejemplo de empresarios por tanto.

Durante unos cuantos años de mi vida profesional en mi etapa de director de La Voz de Castellón viví una época de empresario. Tuve que ir dia a día a visitar agencias de publicidad y clientes importantes para sacar anuncios, y tuve que ir incluso a negociar letras de cambio con los directores de bancos con los que trabajábamos para que nos adelantaran efectivo, como en tantas y tantas empresas. Incluso en una ocasión tuve que asistir a una reunión en el Ministerio de Trabajo con uno de los directores generales para negociar con la representación de los trabajadores lo que iba a ser la “ordenanza laboral para trabajadores de radio y televisión”, y resolver cuestiones de personal etc.

Algunos de esos “genios” de la comunicación mas valdría que se pusieran en el lugar de esos empresarios que en lugar de transformar sus empresas en billetes e irse con espléndidos yates a dar la vuelta al mundo, tienen que pensar en el día a día de sus empresas y miles de trabajadores, en compras, en ventas, en nuevos mercados y además de todo eso pagan millones en impuestos. Y encima te encuentras incluso con personas como el creador de Inditex , Amancio Ortega, que encima han llenado los hospitales de aparatos para tratamientos oncológicos, y encima aún hay politicuchos o periodistas de chicha y nabo que les critican, al igual que a algunos políticos honestos, que irán dejando la politica y al final nos quedaremos con ochos y nueves y cartas que no ligan.

Mejor sería que a la juventud se la educara como en algunos centros norteamericanos, consiguiendo que el ochenta por ciento quiera ser empresario mientras en España apenas se llega al veinte por ciento, porque aquí todos quieren ser funcionarios. Y la riqueza la crean las empresas y no las administraciones.

Tenia otros temas para tratar este lunes, como por ejemplo el cierre de seis oficinas comarcales de agricultura -otro éxito de la autonomía-; la crisis en la organización empresarial turística de la provincia: divide y vencerás; el impidemento para autorizar la ampliación de las granjas de porcino, que podrían contribuir a evitar la despoblación de zonas del interior; la eliminación de los problemas del Castor, que se disuelven como agua, azucarillos y aguardiente; la asamblea ciudadana municipal en el Raval; y sobre todo del inicio de las promesas electorales, cientos de millones de la Generalitat, cientos de más operaciones quirúrgicas, las obras (?) del camino de la Plana y la Ratlla... Vayan pensando ,queridos lectores, que llega Papa Noel y los Reyes Magos. Y como dice un amigo mio; “la llengua no te os”. Se van acercando las elecciones, así que a largar y prometer, que eso es barato.

Todos estos temas me parecían interesantes pero las palabras y los hechos de Juan Roig, me parecian mucho más trascendentes.