El presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, ha dejado a cero la deuda de la institución con los bancos, según resaltaron ayer fuentes de la entidad, que subrayaron que cuando Moliner asumió la presidencia hace siete años la carga financiera era de 13,5 millones de euros entre pago de intereses y amortización de los 140 millones de deuda que tenía entonces. «Antes de terminar este 2018 esta obligación con los bancos será nula», aseveraron.

Moliner inició ayer junto al tesorero provincial y el diputado de Hacienda, Salvador Aguilella, la tramitación que permitirá la devolución de 18.761.148,18 euros de deuda que mantenía la institución hasta el momento y que será aprobada en el pleno de este mismo mes de noviembre.

El presidente aseguró que «asumimos el compromiso en 2011 de intentar que los 140 millones de euros de deuda que la diputación tenía y que suponían sin duda un lastre a la hora de planificar inversiones en los pueblos, poderla dejar a cero. Hoy es un día de felicidad, un día de satisfacción del compromiso cumplido al haber firmado ya el decreto para poder cancelar esa deuda, y permitir con eso que todo el dinero pueda destinarse a inversiones, a mejorar los municipios, a generar oportunidades para la gente, y a devolver alegría, ilusión y orgullo a la gente de la provincia de Castelló».

«Moliner ha cumplido ya antes de tiempo con el compromiso que había asumido para finalizar la legislatura de dejar a cero la deuda con los bancos», afirmaron fuentes de la diputación, que remarcaron que «este trabajo iniciado por Moliner nada más asumir la presidencia del Gobierno Provincial no ha parado en toda su trayectoria, toda vez que ha mantenido firme su compromiso de no solicitar ni un solo préstamo a los bancos pese a multiplicar la capacidad de inversión de la diputación».

Hay que tener en cuenta que en el primer presupuesto aprobado bajo la presidencia de Javier Moliner, en 2012, se contemplaban para devolver deuda 13,5 millones de euros de los más de 116 millones presupuestados, una cifra que ya redujo en 2017 a 4.511.008,36 euros a pesar de crecer el presupuesto global hasta más de 131 millones de euros.

Después de esta devolución anticipada, la Diputación ya no tendrá más gastos financieros por intereses de deuda y solo tendrá pendiente compensar el exceso de financiación del Estado de los años 2008 y 2009, fijado a nivel nacional. El gobierno provincial resaltó que ha compaginado «el continuo ejercicio de eficacia en la gestión y la consiguiente reducción de la deuda con el aumento de la inversión en los municipios para ayudarles a prestar más y mejores servicios a sus vecinos». «Tanto es así que el Gobierno Provincial ha seguido aumentando la inversión directa a los municipios cada año, hasta superar en 2017 la cifra récord de 42,7 millones de euros», según las mismas fuentes, que añadieron que esta mejora «permite a la institución provincial cumplir con una de las máximas de Moliner que es convertir la Administración en una aliada del tejido económico y social de la provincia».