Guerra política en el Ayuntamiento de Castelló por los aparcamientos subterráneos. Un enfrentamiento entre populares y socialistas que trascendió a los medios de comunicación y que ocupó muchas páginas en Levante de Castelló durante el mes de noviembre de hace un cuarto de siglo.

El primero en hablar fue el portavoz del grupo municipal socialista, el exalcalde Daniel Gozalbo, quien denunció que el PP supeditaba los intereses particulares de la empresa Lubasa «a la hora de construir los aparcamientos y remodelar las superficies afectadas por estas actuaciones urbanísticas». Y recordó que los parquings «deben ser un servicio, no un negocio».

Y, lógicamente, el PP no tardó mucho en contestar: «Gozalbo es el único que dejó a las empresas de parquings imponer sus diseños de plazas», declaró el concejal de Urbanismo, Víctor Falomir, quien calificó las acusaciones del representante socialista de «falsas e injuriosas».

Falomir mostraba su extrañeza porque, según declaraciones suyas publicadas el 18 de noviembre de 1993, «acusa al PP de algo que solo él hizo cuando fue alcalde y, de hecho, esa clausula figura en el pliego de condiciones de las obras».

Sin embargo, para Gozalbo la política de aparcamientos subterráneos en la capital de La Plana era «improvisada, descoordinada, sin visión de futuro y con unos usos inadecuados».