Entre zaragozanos andó el juego. El centrocampista Manu Morlanes, que regresó al filial, marcó el 1-0 en el minuto 23 y en el 28 con la cabeza sacó el 1-1 desde la misma línea de gol. Y el portero Diego Fuoli paró un penalti en el minuto 57 que pudo haber sido el empate. A todo ello, demasiados problemas para el Villarreal B, que al final logró derrotar al Atlético Levante en un partido que tuvo muchas ocasiones, pero se vieron pocos goles.

Manu Morlanes regresó y fue uno de los protagonistas de la primera parte. Jugó a un gran nivel, marcó el gol que le daba ventaja al filial amarillo ante el conjunto granota y además, a la salida de un córner, con la cabeza sacó desde la misma línea de gol el que pudo haber sido el 1-1. Pero no, se llegó al descanso con el 1-0 que se produjo en el minuto 23.

El partido arrancó con un Villarreal B alegre y desplegando ese juego asociativo y ofensivo ante un oponente que, pese a ser otro filial, presentaba una media de edad mucho más alta. Supo aguantar bien el equipo de Luís García Tevenet el acoso inicial de la escuadra grogueta. Dos tiros a portería de los levantinistas.

Peligroso fue el segundo lanzamiento del mediocentro Pepelu, pero el balón se estrelló en el larguero de la portería defendida por Diego Fuoli. Eso llegó en el minuto 9, y el 1-0 llegaría en el minuto 23 con una de asistencia de Akale sobre Morlanes y el balón acabó al fondo de las mallas de la portería defendida por Javi Olmedo.

Ese gol y poco más. Se llegó al descanso con esa mínima ventaja. En la segunda parte el Atlético Levante salió con la voz cantante. Le costó mucho al filial amarillo llegar arriba. Pudo empatar el equipo valenciano en el minuto 58. Penalti de Morlanes a Joan que lanzó Pepelu y el arquero zaragozano Diego Fuoli la paró. Evitó el 1-1 con una buena parada.

Le costó coger la manija del partido al equipo de Miguel Álvarez. En el minuto 71 un mano a mano de Simón con el portero local, la salvó el arquero, y en el 73 fue el murciano Adrián Riera el que se quedó solo ante el guardameta, pero la defensa rechazó.

Así se entró en la recta final con el partido abierto y con el Atlético Levante apretando a un Villarreal B que no supo cerrar el marcador. Era más miedo escénico que otra cosa, pero al equipo de la Plana Baixa se le hizo demasiado largo el último cuarto de hora. Lo más importante es que al final se consiguió la victoria.