Las quejas vecinales impidieron el sábado el normal desarrollo de las celebraciones por el 30 aniversario del pub Manowar. La organización del evento, con la documentación en regla tras ser expedida por el Ayuntamiento de Castelló, se vio obligada a suspender el concierto en la calle al carecer de limitadores de decibelios (o autocontrol de nivel permitido) en los equipos de música.

La esperada conmemoración de la efeméride, especialmente por parte de los más acérrimos, sufrió un inesperado contratiempo entre las 20 y las 20,30 horas. En ese momento, una patrulla del Grupo de Espectáculos de la Policía Local (GEP) hizo acto de presencia después de recibir numerosas llamadas de los residentes, denunciando que había un exceso de ruido en la vía pública. Los agentes pudieron comprobar que efectivamente el organizador disponía de la autorización para celebrar el concierto entre las 17.00 y las 23.00 horas.

Sin embargo, según marca la ordenanza municipal, los equipos de música debían tener incorporados unos limitadores de decibelios con el fin de controlar el sonido y evitar que el volumen alcanzara niveles superiores a lo permitido por ley.

Según fuentes policiales, el promotor aseguró desconocer tal extremo y pensó que correspondía al ayuntamiento, como parte de la autorización, incorporar directamente los autocontroles.

Visto que sin ellos no podía proseguir el concierto, ya que no había un ingeniero presente, el propio organizador decidió darlo por suspendido, sin que la patrulla tuviera que levantar un acta de infracción por lo ocurrido.

De esta manera, sobre las 20,30 horas se informó a los numerosos asistentes que la actuación programada en la calle había sido anulada.

Malestar en las redes sociales

Debido a lo sucedido, muchos de los espectadores y fieles de Manowar mostraron su malestar en las redes sociales. Así, los comentarios censurando lo acontecido se sucedieron tanto en la noche del sábado como ayer, sobre todo en Facebook.