Benicarló dio un nuevo paso hacia la celebración de Sant Antoni con la jornada de vestir a demonio. En un almacén como marco para llevar a cabo la actividad, esta labor se convirtió como sucede todos los años en una de las iniciativas más divertidas y celebradas por los más pequeños de toda la agenda confeccionada por la Cofradía.

Montones de paja que sirven para rellenar el enorme traje rojo, característica esencial de la gran figura, la capa negra, las botas oscuras y, en la cúspide de la figura sostenida por una polea, la cabeza elaborada por los alumnos del IVASS.

Una mirada fiera, cuernos y colmillos, completan la expresión que en el imaginario colectivo ancestral sitúa al demonio como la representación de todo lo negativo que se quema en la gran hoguera, marcando así el solsticio de invierno.

La actividad obtuvo la participación de mayorales y mayoralas, así como de la dama de la entidad, Agnés Galán, y del presidente de la Cofradía, Juanjo Marzá, así como mosén Carlos García. Presentes también en el acto el Juez de Paz, Joan Ferré, que ha participado en todos los actos de agenda. Con el demonio ya confeccionado, quedaba dar buena cuenta de las alcachofas asadas a la brasa en grandes bidones en una cena de hermandad que siempre estrecha lazos y culmina esta jornada. Ahora queda esperar a la hoguera -este año se desplaza al fin de semana-, las loas y sus críticas y, como no el reparto de las preciadas y deliciosas Coques de Sant Antoni, que pondrán el punto gastronómico inimitable a lo largo del fin de semana.