Las cuatro monitoras que decidieron emprender acciones ante lo que consideraban tratos inadecuados a los alumnos de Infantil del comedor del CEIP Jaime Sanz de Peñíscola han emitido un comunicado dirigido a madres y padres del alumnado debido a la alarma que despertó la publicación de los supuestos maltratos en el comedor del colegio.

A través de él, detallan la cronología de los hechos con todo detalle. Así, Amparo Algado, Sara Miquel, Mari Luz Molina y Aurelia Boix informan que, dada la inquietud generada por la noticia «las cuatro monitoras que pusimos en conocimiento de las autoridades los hechos acaecidos hace unos cursos, nos vemos en la obligación de explicar la cronología de las acciones iniciadas por nosotras».

La cronología de los hechos recuerda que fue a partir de que dos de las monitoras observaron repetidamente en el comedor de infantil conductas inadecuadas de algunos compañeros fue cuando se puso en conocimiento de la directora. Las conductas inadecuadas siguieron sucediendo, por lo que decidieron grabar el día a día del comedor. El resultado fueron las imágenes que ahora investiga Fiscalía.

Las monitoras siguen relatando que una vez las imágenes grabadas, tras consultar con diferentes profesionales, se pusieron en contacto con la inspectora de educación de forma extraoficial para mostrar las imágenes de lo que sucedía en el comedor. «El resultado fue que una de las monitoras dejó su empleo», concretan.

En el curso 2016-17 se hicieron cambios de monitores, algunos de infantil pasaron a primaria y viceversa. A la empresa que gestiona el servicio, Servalia, se le hizo llegar un documento donde explicaban todo lom acaecido y en el que as monitoras se ponían a su disposición, «no obtuvimos respuesta», indican. El pasado curso volvieron a hacerse cambios de monitores y volvieron a infantil los que habían pasado anteriormente a primaria. En este momento las otras dos monitoras se enteraron de todo lo sucedido en los cursos anteriores, por lo que en vez de dos monitoras, ya eran cuatro las que se sumaban a las críticas a los tratos inadecuados hacia los alumnos.

Las cuatro monitoras destacan que su mayor preocupación han sido siempre los niños. Por ello se avisó a Servalia y a dirección de las quejas de algunos niños hacia los monitores, que nuevamente pasaron a infantil, aunque, señalan, «continuaron allí, a pesar de esas quejas».

En el mes de octubre del curso pasado (2017-18) viendo que seguían sucediendo cosas que no eran correctas y avisada la empresa y dirección de las mismas, las monitoras decidieron acudir a inspección a relatar los hechos desde el principio, esta vez de forma oficial con un documento escrito, firmado y sellado.

Antes de dar este paso, tanto Servalia como la dirección del colegio fueron informadas de lo que se disponían hacer, «nuevamente su pasividad nos impulsó a ir a Conselleria», remarcan las monitoras denunciantes.

A partir de ese momento, hubieron reuniones durante todo el curso para poner fin a estos actos, según cuentan las monitoras, «si bien las conductas ya no eran del nivel de crueldad del principio -como las que se muestran en las grabaciones- sí se continuaban produciendo conductas inadecuadas. A final de curso se nos dice que para el próximo curso (el actual) habrá cambios y todo va a funcionar de forma diferente», relatan.

Decisión de acudir a los juzgados

Aunque en septiembre de este presente curso, al hacer el reparto de grupos, un monitor de los que salía en las grabaciones es asignado a P3, «ante esta decisión nos vimos obligadas a ir a los juzgados a exponer la situación, ya que nuestro principal interés y el objetivo era y es el bienestar de los niños». En octubre se ponen nuevamente en contacto con algunas personas del AMPA para explicarles la situación.

Respecto a la respuesta de Conselleria, las monitoras alegan que «el conflicto laboral entre monitores» al que aluden, es una consecuencia de las actuaciones que nosotras hemos llevado a cabo para proteger a los menores.

Las cuatro profesionales que llevan trabajando hace muchos años en el comedor del colegio público expresan, finalmente, que su preocupación durante todo este tiempo ha sido proteger a los niños y solucionar este tema «sin hacer ruido», dado lo delicado del mismo, «en estos momentos Fiscalía es quién tiene todo en sus manos para aclarar la situación».

Cabe recordar que la Fiscalía investiga los supuestos abusos cometidos por los monitores del comedor del colegio Jaime Sanz.