El progresivo despoblamiento que azota al interior de la provincia de Castelló volvió ayer a focalizar el grueso del pleno ordinario de la Diputación de Castelló. Y, una vez más, el presidente de la institución, Javier Moliner, del PP, volvió a postularse como el primer abanderado en esta materia, hasta el punto de afirmar: «Soy el Willy Fogg del despoblamiento», en alusión a los numerosos foros, dentro y fuera de la provincia, en los que ha abogado por políticas para revertir esa situación.

El enésimo debate en el pleno de la corporación sobre el despoblamiento del interior de Castelló surgió a raíz de una moción del grupo de Compromís que solicitaba la redacción del mapa de la despoblación del interior de Castelló. La propuesta de la coalición fue rechazada de plano por el Grupo Popular que se aferró a su programa Repoblem. El Grupo de Ciudadanos se abstuvo, mientras PSPV, Castelló en Moviment (CseM) y Compromís votaron a favor.

El portavoz de Compromís, Xavi Trenco, justificó la iniciativa en la necesidad de objetivar un mapa claro de los pueblos afectados por el fenómeno de la despoblación, básico para completar las ayudas de la Unión Europea.

El diputado de CseM abundó en el argumento de Trenco de contar con datos concretos. El diputado del PSPV, Santiago Pérez, insistió en la necesidad de mejorar el plan contra la despoblación y demandó una comisión específica.

Por su parte, el diputado del PP Pablo Roig señaló que «los pueblos lo que reclaman son acciones». En este sentido resaltó el conjunto de iniciativas que ha puesto en marcha la diputación a través del programa Repoblem.

El debate lo zanjó el presidente Moliner asegurando que «esta diputación «está siendo la más rural de su historia porque tenemos precisamente como principal cometido revertir esa despoblación que afecta a buena parte de nuestro territorio. Todas las comisiones de trabajo de esta casa tienen el trabajo contra la despoblación como constante. Debemos seguir abanderando ese trabajo que nos ha llevado a ser pioneros en muchas medidas que hemos tomado». Moliner indicó que «debemos vencer la voluntad individual de irse del pueblo, generando territorios competitivos y poniendo en valor lo rural».