Juan Alfonso Parra, de 38 años y vecino de Almassora, lo tiene claro. «A los empresarios les diría que a la gente con discapacidad hay que darles una oportunidad porque todos somos iguales», asegura el usuario de la fundación quien ha trabajado en multitud de hoteles.

Y es que, tal como apunta el responsable de comunicación de la Fundación Síndrome de Down de Castelló, Javier Julve, «cuando las empresas deciden emprender un proyecto de contratación de personas con discapacidad en su plantilla, la satisfacción del resto y la imagen que tienen los trabajadores de su propia empresa, mejora, lo que hace que aumente la situación de bienestar de la empresa».

Gloria Sánchez, de 23 años y vecina de Ribesalbes es otro ejemplo. Ella trabajó durante meses en Decathlon de Onda, lo que le dio mucha autonomía. «Me gustaría ser autónoma e independiente porque quiero hacer las cosas por mí misma», asegura.

Por último, Judit Sánchez, de Vila-real, tiene mucha experiencia laboral y en breve formará parte de una importante empresa de la provincia. La joven, de 30 años, asegura que la formación que recibe en la fundación y las prácticas en empresa le están sirviendo para «ser más independiente».