Un rayo de sol en plena oscuridad. Después de las desafortunadas actuaciones del CD Castellón tanto en el campo del Ebro como ante el Teruel, y muchos minutos contra el Espanyol B, la imagen ofrecida por el equipo de Óscar Cano en el Nou Estadi de Cornellà es la que tiene que marcar el ritmo para la salvación del equipo albinegro en Segunda División B, a pesar de que la escuadra de la capital de la Plana continúa inmersa en las plazas de descenso a Tercera desde hace ya ni se sabe cuánto tiempo.
El domingo pasado se puntuó ante un buen rival porque los jugadores que entrena el técnico granadino salieron al campo enchufados desde el primer minuto hasta el último del descuento.
Ahora solo falta continuidad. Saltar el domingo al césped del estadio Castalia sin ningún tipo de miramientos hacia un rival directo en la pelea por la supervivencia: el Atlético Levante. Salir a jugar y a insistir, a levantarse, y a insistir. A iniciar el magdalenero mes de marzo con buen pie. La permanencia está a cuatro puntos y al objetivo a corto plazo tiene que ser ganar dos partidos consecutivos. El que se avecina aparenta ser un encuentro ganable, otra cosa será lo que suceda durante los noventa minutos.
El aficionado del Castellón que el domingo presenció el partido en el campo del Cornellà percibió cómo los jugadores saltaron al campo con otra predisposición. Sin smoking, con el mono de trabajo. A estar replegados cuando el momento lo requería, a mantener el orden técnico y táctico y a salir al ataque sin prisas ni a lo loco. Eso les permitió llegar vivos a la recta final y a empatar en el minuto 93 desde los once metros, gracias a uno de los futbolistas más en forma de esta escuadra castellonense: el guipuzcoano Joseba Muguruza.
Ahora se volverá a jugar en casa. En una moqueta de césped natural y ante un rival del perfil joven del grupo III como es el filial granota que viene de plantarle cara al potente Hércules en Bunyol (1-1). Un rival directo al que no se tiene que dejar vivo de Castalia. Un triunfo serviría de gran impulso para ver más de cerca las posiciones de permanencia en Segunda B. Pero se tiene que ganar. No se pueden dar pasos atrás. Ese rayo de sol tiene que guiar al equipo hace la salvación porque cada vez queda menos y el tiempo juega en contra.
